La Consejería de Salud, a través de su Dirección General de Consumo, va a llevar a cabo hasta finales de año una campaña de inspección para comprobar si las agencias de viajes cumplen con la normativa que protege los derechos de los consumidores. En total, los inspectores de Consumo de la Junta controlarán un total de 200 establecimientos de este tipo en el conjunto de la comunidad autónoma, de los que 30 realizan su actividad en la provincia de Granada.

En estas inspecciones se vigilará especialmente las ofertas y promociones que estas empresas realicen con motivo de los puentes festivos del Pilar, de Todos los Santos y de la Constitución. Publicidad engañosa, información errónea o falta de información, así como la inexistencia de hojas de reclamaciones a disposición de los consumidores son algunas de las irregularidades más comunes detectadas por los inspectores en campañas precedentes. Por ello, la Administración autonómica intensifica este año los controles a este tipo de empresas ya que la publicidad y la información que reciban los usuarios debe ser veraz, suficiente, comprensible, inequívoca y racional sobre las operaciones y sobre los bienes y servicios.

El objetivo de la Consejería de Salud con esta campaña de inspección es lograr una mayor transparencia en las relaciones entre las agencias de viajes y sus clientes, así como reforzar la calidad de los servicios turísticos proporcionados en Andalucía. Se prestará una especial atención a los denominados viajes combinados, que incluyen en un mismo paquete un servicio de transporte, el alojamiento y otras actividades lúdicas, como por ejemplo entradas para un museo o un espectáculo.

Para ello se llevarán a cabo inspecciones en los propios establecimientos, en los que se vigilará la publicidad que se ofrece a los usuarios, la información sobre los precios, la relativa al contrato, y la existencia de las garantías y seguros que exige la normativa. También se controlará este tipo de establecimientos cuando ofrecen sus servicios a través de una web.

Los viajes combinados sobrepasan las 24 horas o incluyen, como mínimo, una noche de estancia, y en ellos los contratos vinculan al consumidor con el organizador (mayorista) o el minorista (que es el vendedor, es decir, la agencia de viajes), pero no establece una relación jurídica entre los usuarios con los prestadores directos de los distintos servicios, como por ejemplo las compañías aéreas que realizan los vuelos, el establecimiento hotelero donde se aloja el cliente o los responsables de actividades lúdicas incluidas en el paquete contratado por el consumidor.

En cuanto a las sanciones que pueden derivarse de esta campaña, la mayoría oscilarán entre los 200 y los 5.000 euros al tratarse de infracciones leves, si bien la cuantía puede llegar a los 30.000 euros.