Desde hace siglos, los granadinos profesan una honda devoción al Santísimo Cristo de San Agustín. La historia de la ciudad se encuentra profundamente ligada a su propia historiografía, cuyo origen se vincula a la Orden de los Agustinos Calzados. El Cristo despierta un gran fervor popular entre los granadinos, que suplicaron su intercesión ante epidemias y sequías. Es considerado el Sagrado Protector de la Ciudad, y cobija bajo su cruz a cientos de granadinos que diariamente imploran su auxilio.

Cada 14 de septiembre, Granada renueva el Voto de la Ciudad al Sagrado Protector de la Ciudad, por su intercesión en la epidemia que asoló a los granadinos en el siglo XVII. Su gran valor artístico lo posiciona como uno de los crucificados de referencia en Andalucía.

Ahora, la publicación del libro Crux Fidelis. El Santo Cristo y los agustinos calzados de Granada ofrece los resultados de la última investigación de la Sagrada Imagen, llevada a cabo por David García Trigueros y Francisco Javier Crespo Muñoz.

Los dos autores ahondan en la historia del Cristo, y detallan el contexto socioeconómico y cultural en el que se fraguó su llegada al desaparecido Monasterio de San Agustín de los agustinos calzados de Granada. Es una de las investigaciones que mayor profundización ha tenido en el plano de las técnicas historiográficas y de las técnicas de investigación de archivo, que viene a profundizar más sobre las investigaciones que se han realizado previamente. 

García Trigueros, cronista oficial de la Semana Santa de Granada, detalla cuáles han sido las principales líneas de investigación que han seguido, y qué nuevos datos va a conocer el lector en esta publicación.

- ¿Qué relación guarda el origen del Santísimo Cristo de San Agustín con los agustinos calzados de Granada?

- La historia de la imagen del Cristo de San Agustín no puede entenderse sin comprender cuál es el origen de esta comunidad monástica. La documentación que se ha hallado nos permite conocer cuál era la situación del convento y cómo en torno al contexto socioeconómico y cultural del Monasterio de los Agustinos se va creando la devoción al Santo Cristo. El Cristo de San Agustín fue un objeto de gran estima para los frailes, no sólo en su origen, sino también a lo largo de los siglos XVI, XVII, XVIII e incluso hasta la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX. 

La Sagrada Imagen tendrá un especial protagonismo en la construcción del nuevo Convento que los frailes decidan construir en el centro de la ciudad, donde hoy se encuentra el Mercado de San Agustín. Junto al Convento, se encontraba la casa de uno de los grandes mecenas del Convento y uno de los grandes potentados de la Granada del siglo XVI, que era Garci Ponce de León. 

Este señor fue uno de los que más se interesó por hacerse con la Imagen del Santo Cristo, muy a principios del siglo XVII e intentar vincular el destino de su familia y su casa a la Imagen. De esta forma, ligó el gran linaje de su familia, los Duques de Arcos, al Santísimo Cristo de San Agustín, no en Granada, pero sí en Sevilla, concretamente en el Convento Casa Grande. 

- ¿Qué motivó la investigación? ¿Y qué resultados se pretendían obtener?

- La investigación nace de una necesidad de seguir ahondando en el conocimiento de una de las imágenes de mayor recorrido y calado de la Semana Santa, como es el Cristo de San Agustín. Se trataba de venir a complementar las líneas de investigación que ya habían ido surgiendo en las últimas décadas, y con los últimos trabajos que habían venido publicando sobre la imagen del Santo Cristo y dotarla de una visión complementaria que ayudara, ya no solo a entender la Sagrada Imagen como producción artística, sino como fruto de un contexto social, cultural, político y económico.

En definitiva, la investigación que hemos llevado a cabo ha venido a sumarse a los proyectos, trabajos y publicaciones e investigaciones que se han ido produciendo en las últimas décadas. El principal resultado que se pretendía obtener era dilucidar, en mayor profundidad, cuáles eran los orígenes de la Sagrada Imagen. Ya no solo buscando simplemente quién es el autor, sino cuál fue la motivación que dio origen a la Comunidad Agustina a promover una obra como esta.

Portada del libro.

- ¿Qué cuestiones se han planteado sobre la atribución del Cristo de San Agustín a Jacopo Florentino?

-Sin duda, desde Manuel Gómez Moreno, se ha venido sustentando la teoría de la atribución del Santo Cristo al escultor de origen italiano. Sin embargo, el propio Gómez Moreno vincula no sólo esta obra, sino otras obras que también están atribuidas a Florentino a otros autores de la escuela castellana. En este sentido, otros autores, como Emilio Gómez Piñol, pusieron otros nombres como posibles autores del Santo Cristo.

Nosotros pretendemos desgranar cómo fue el contexto cultural, histórico y artístico de la Granada del Siglo XVI para poder entender mejor el papel que pudieron tener algunos escultores italianos como Jacopo Florentino, pero también aquellos otros nombres que quizás pasan más desapercibidos o son menos conocidos para la historiografía y para el conocimiento general, pero que, sin duda, fueron elementos claves y decisivos para entender y comprender el arraigo del renacimiento en la ciudad.

- ¿Se ha encontrado nueva documentación sobre su autoría e historia?

- Sobre la autoría seguimos indagando, se sigue buscando cuál pudo ser ese contrato que diera forma, que diera lugar a la creación de la Imagen del Cristo de San Agustín. Mientras eso aparece, el libro también plantea una gran carga de documentos. Propone la lectura de un gran número de fuentes de archivo, procedentes del Archivo Histórico Diocesano, Archivo Histórico Municipal, Archivo Histórico Municipal de Antequera, Archivo General de Simancas, Archivo General de Nobleza, a través de los cuáles se ha podido ir rastreando cuáles son los orígenes del Convento y cuáles son los orígenes del Santo Cristo en esa relación política que tuvo la Sagrada Imagen dentro del Convento de San Agustín y los diferentes promotores culturales que tuvo la institución monástica a lo largo de sus primeros tiempos.

En definitiva, se trata de quizás uno de los trabajos, una de las obras que mayor profundización ha tenido en el plano de las técnicas historiográficas y de las técnicas de investigación de archivo, para intentar así poner nuevas imágenes, nuevas visiones que complementen a los estudios que ya conocíamos sobre esta talla.