Cerca de una veintena de operarios se afanaban a última hora de la tarde de ayer en limpiar y dar los últimos retoques a la primera fase de las obras de remodelación de la Antigua Carretera de Málaga, que está a punto de finalizar.

La actuación ha modernizado el tramo desde el final del paso subterráneo del ferrocarril (Puente de Zarabanda) hasta la rotonda con la Circunvalación de la Encina, ha renovado los saneamientos del sector, y le ha dotado de nuevas farolas. Las obras comenzaron en octubre, por lo que la duración ha sido de algo menos de seis meses.

La vía luce con pequeños árboles que deberán crecer y le dan un aspecto diferente.

La tala de los antiguos generó una agria polémica entre los vecinos, Emasagra y el Ayuntamiento. La nueva imagen de la entrada del barrio de La Chana por la zona de Las Torres mantiene los dos carriles por sentido y las plazas de aparcamiento.

La semana pasada se llevaron a cabo las labores de asfaltado que causaron problemas de tráfico en la zona. La inversión en este primer segmento de la avenida superó ligeramente el millón de euros.

La segunda fase de las obras de renovación de los saneamientos y los equipamientos de la Antigua Carretera de Málaga discurrirá entre la rotonda de la Circunvalación de la Encina hasta el final de la misma, cerca de donde estaba situada la Venta Zurita antes del paso inferior de las vías del AVE. De momento, no hay fecha para el arranque de las obras en esta zona, de cerca de un kilómetro, y que requerirán una mayor inversión.