Huétor Tájar está a menos de un año de poner fin a uno de sus grandes problemas de accesibilidad e incomunicación. La localidad -que cada vez que llueve de forma intensa queda incomunicada a causa de las inundaciones por la crecida del río Genil- ha retomado los trabajos de construcción de su nuevo acceso tras más de cinco años de paralización.

La crisis económica fue la culpable de que las obras del puente -con las que el término hueteño quedará comunicado de forma permanente con la A-92- se quedasen estancadas cuando se encontraban al 55,5% de su ejecución. Por este motivo, los vecinos se han visto obligados a usar la carretera GR-4400 de Venta Nueva para acceder al municipio, vía que está construida sobre el río Genil y que, además de quedar incomunicada a causa de las inundaciones cuando llueve, presenta de forma habitual una gran dificultad de acceso para los usuarios, debido a la cantidad de giros, así como las escasas dimensiones, con los que cuenta.

La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta reactivó ayer los trabajos de construcción de este nuevo acceso al municipio, que se situará sobre el Genil, a unos 500 metros río abajo de la actual entrada a la localidad.

Según indicó el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, durante su visita a la zona en la que se construirá la infraestructura, la Junta ha destinado un total de 7,9 millones de euros para su ejecución, un proyecto que debe haberse finalizado en un plazo de diez meses.

De cumplirse las fechas estipuladas, los vecinos de Huétor Tájar podrán disfrutar a partir de octubre de 2017 del nuevo acceso a la localidad y así solventar, "tras más de cinco años de espera, los graves problemas de incomunicación que se sufren cada vez que llueve, por la crecida del río, y que perjudican tanto a los hueteños como a gran parte de la comarca del Poniente, que son usuarios de esta vía", tal y como explicó ayer el alcalde del municipio, Fernando Delgado Ayén.

El puente, que se construirá en este nuevo acceso a la localidad, tendrá siete vanos y un total de 260 metros de longitud, además de contar con acerados a ambos lados que facilitarán el tránsito tanto de peatones como de ciclistas, y mejorará la seguridad vial de los usuarios.