Por mucho que en los últimos meses el mercado inmobiliario haya dado los primeros síntomas de recuperación, el visado de viviendas no logra mejorar. Es lógico. Antes de iniciar nuevos proyectos, los promotores y constructores de la provincia están obligados a vender las muchas viviendas que forman parte del abultado stock inmobiliario. A casi nadie se le ocurriría comenzar a construir un nuevo edificio cuando aún no se ha podido deshacer de las viviendas de su último proyecto.

Teniendo en cuenta esta situación y recordando que los últimos datos oficiales cifraba en unas 8.500 el stock de viviendas sin vender de la provincia, es fácil presumir que al menos durante el presente año el visado de viviendas por el Colegio de Arquitectos Técnicos de Granada continuará en la línea marcada por el ejercicio 2009. Es decir, la actividad inmobiliaria seguirá bajo mínimos.

Los datos facilitados por el Ministerio de Fomento son bastante esclarecedores. Entre enero y noviembre -los datos de diciembre no han sido todavía publicados-, los arquitectos técnicos granadinos dieron el visto bueno a los proyectos de construcción de 2.257 viviendas, un 65,3% menos que en el mismo periodo de 2008, cuando se visó la puesta en marcha de 6.500 inmuebles. Es decir, que los promotores y constructores de la provincia pusieron en marcha el año pasado 4.243 viviendas menos que en el ejercicio anterior. Y eso que por aquel entonces el sector ya estaba herido de gravedad.

Si se analiza la serie histórica del Ministerio de Fomento -que se remonta al año 2000-, el año que acaba de finalizar tampoco sale muy bien parado. Desde que comenzó la década, el sector inmobiliario granadino no había sufrido un bloqueo semejante. Claro que el periodo 2000-2006 se corresponde con los años del boom inmobiliario. Así, entre enero y noviembre del año 2000 el Colegio de Arquitectos Técnicos de Granada aprobó la construcción de 10.991 viviendas; en 2001, de 10.868; en 2002, de 10.181; en 2003, de 13.503; y en 2004, de 14.570. Pero fue a partir del año 2005 cuando las cifras comenzaron a ser apabullantes. Durante los primeros once meses de ese año se visaron en Granada 17.056 viviendas. Al año siguiente, en 2006, los proyectos aprobados alcanzaron los 22.545 inmuebles, sobre todo por la inminente entrada en vigor del Código Técnico de Edificación.

Ya en 2007, sin embargo, el sector comenzó a venirse abajo. Así, durante los once primeros meses del año en el que estalló la burbuja inmobiliaria, el Colegio de Arquitectos Técnicos de Granada visó la construcción de 7.738 viviendas, marcando el primer descenso de la serie histórica que publica el Ministerio de Fomento.