Granada CF

El final de tanto despropósito será lo inevitable

Desolación rojiblanca tras un gol del Valencia el pasado domingo.

Desolación rojiblanca tras un gol del Valencia el pasado domingo. / pedro hidalgo

Los dedos de los aficionados y de todos lo que conforman el Granada están desgastados de tantas veces que se ha hecho cuentas para intentar entrever un halo de luz que diera esperanza a una temporada que empezó muy mal y que no ha hecho otra cosa que empeorar semana a semana. Recuerdo que antes de Navidad se enumeraban los equipos que se habían salvado estando aún peor que como estaba entonces el Granada. Luego, los resultados de los rivales directos nos mantenían a una distancia asumible. Más tarde se ganaron tres partidos en casa que situaron los puestos de salvación al alcance de la mano. Llegó la hora de la verdad, en la que había que visitar a los equipos que estaban ahí con el Granada: Leganés, Sporting y Deportivo.

a cara o cruz

De forma increíble, el Granada estaba en condiciones de volver a engañar a su destino. Era como una apuesta a doble o nada... y salió nada. El equipo de Alcaraz fue incapaz de siquiera arañar un punto ante los más cercanos en la tabla y se cosecharon sendas derrotas ante el Leganés y Sporting, ésta a ritmo de un play list que, a falta de mensajes de los protagonistas, no creo la buena onda pretendida. Luego, el empate en La Coruña llegó a destiempo.

el culmen

Aún había quien creía antes del partido del domingo, pero contra el Valencia, naranjas de la China. Ya no hay cuentas que hacer y ya no está Lucas. Sólo nos queda esperar. Pero serán otros los que verán pasar el 'cadáver' del Granada con destino a Segunda. Claro que estamos en tiempos de creer en la resurrección. No hace falta que sea dentro de tres días. Nos damos con un canto en los dientes si es a un año vista.

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