Málaga

El sector del aceite de oliva de Málaga saca la calculadora: "Si todo sigue así, los precios bajarán"

Botellas de aceite en un lineal de supermercado.

Botellas de aceite en un lineal de supermercado. / ANA JIMÉNEZ (Málaga)

Hablar del precio del aceite de oliva siempre conlleva asumir riesgos. Las lluvias, el calor, la demanda.... Existen multitud de factores que pueden mandar cualquier cálculo al cubo de la basura. Sobre todo los más tempraneros. No obstante, a día de hoy, con los olivos todavía cuajando las tramas y asumiendo la mayor de las cautelas, puede decirse que la próxima campaña "pinta mejor" que la actual. Por lo que todo apunta a que los precios podrían bajar significativamente en "septiembre u octubre". Y continuar esa senda "en 2025". 

O al menos así lo trasladan diversas fuentes del sector consultadas por Málaga Hoy que, remarcan, lo hacen previo aviso de que "todo puede torcerse". Apercibimientos al margen, lo cierto es que la situación actual, tras las lluvias de Semana Santa y en menor medida las de finales de abril, invita al optimismo: los olivos florecen sin complicaciones reseñables y en zonas del interior lo hacen incluso con un mes de adelanto. Los recientes cambios de temperatura, primero frío y luego calor, no han sentado bien, pero los árboles han aguantado el tirón. "Todavía puede llegar una ola de calor en mayo, o un verano que lo queme todo; pero las perspectivas en este instante apuntan a una campaña media", afirman. 

También esas precipitaciones, según explica el gerente de la Almazara de Ronda, Juan Rosa, han hecho que los precios en origen "llegaran a bajar" hace unas semanas, rompiendo una escalada imparable a la par que prolongada en el tiempo, que se ha dejado notar levemente en los lineales.  

En este sentido, el director general de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Álvaro González, afirma que en los últimos compases su costo en los supermercados ha descendido hasta los "9,5 o 10 euros" de media; muy cerca del de origen que, acorde a los últimos datos del Observatorio de la Junta de Andalucía, está en 8,5 euros. Ambos con previsión de seguir bajando. 

"Lo más seguro es que continúe haciéndolo, aunque todavía habrá que esperar un poco hasta ver un descenso más grande en las tiendas", asegura González. El motivo: los grandes estocajes que fueron adquiridos más caros meses atrás y a los que hay que ir dando salida a un precio superior para no infringir la ley de la cadena. 

No obstante, el margen que recortar para llegar a estar como antes es amplio. Desde diciembre de 2021 hasta diciembre de 2023 su precio en origen aumentó un 152,6%, según los datos del Ministerio de Agricultura y Alimentación. Mientras que desde esa fecha hasta abril, tal y como refleja un estudio de la Organización de Consumidores (OCU), que ha analizado el precio de venta al público de este producto en siete cadenas, lo hizo entre un 7% y un 23%, dependiendo del tipo de aceite, y aplicándose los mayores incrementos al virgen extra de marca de fabricante. 

Particularidad que ha afectado de lleno al consumo, que en 2023 bajó un 20% en toda España de acuerdo a los cálculos del Ministerio. El quid de la cuestión está en que esta brecha siga, o no, aumentando. Además de en las exportaciones, que han maquillado la balanza comercial pese a la bajada nacional, que en no pocos casos se ha pasado a sustitutivos como el aceite de girasol. 

El responsable de relaciones corporativas de DCOOP, Esteban Carneros, da varias claves al respecto y apunta que el mercado que tiene más vigor ahora mismo es el internacional, aunque también se reportan caídas en algunos países. "Las ventas han bajado donde se le da mucha importancia al producto, igual que pasa en España, porque los consumidores notan mucho la subida al estar acostumbrados a comprarlo". Justo lo contrario ocurre donde no está tan arraigado: "En esos sitios, en los que los clientes no tienen interiorizada la compra por cultura, apenas se nota, porque los que lo consumen lo hacen igual", asegura.

De modo que si algún otro factor puede acabar determinando la bajada del aceite además de los ya mencionados, detallan las fuentes, ese es la contención de las exportaciones, que pueden verse alteradas por la situación de los territorios que las reciben. "Lo que ha pasado aquí no es una excepción, el resto de países productores también ha tenido una cosecha pobre, por lo que el aceite que hay es más limitado que otras veces". A lo que se suman las políticas comerciales de cada cual. "Turquía es uno de los principales productores y ahora mismo tiene las exportaciones restringidas". Movimientos que pueden echar por alto todo el trabajo si se calibran mal. Pero, por el momento, todas las fuentes coinciden: el aceite de oliva tiene "casi todos los condicionantes" para bajar su precio "en septiembre u octubre" y así, por fin, poder llamarlo oro líquido sólo por sus propiedades. 

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