El bailaor granadino Rafael Amargo estrenará el 28 de abril en el Teatre Artèria Paral·lel de Barcelona el espectáculo Solo y Amargo, un montaje en el que, por primera vez en su carrera, estará bailando solo en el escenario, "sin artilugios ni artificios", y que llevará después a varias ciudades, entre ellas Santander.

Amargo explica que el montaje surge de una necesidad de ponerse a prueba, de poder estar solo frente a frente, sin el apoyo de un cuerpo de baile, y que por ello es un montaje "muy valiente". "Le tengo mucho respeto y mucho miedo, no va a haber ni trampa ni cartón", asegura el bailaor, que sí estará acompañado por los instrumentos habituales en el flamenco; la guitarra y el cajón, pero también de otros con toques más "amarguistas".

Así, en línea con su idea innovadora de la danza, incorpora un piano, un acordeón y un violonchelo electrónico, e incluso se lanzará con la interpretación, de viva voz, del Ne me quitte pas de Jaques Brel. También se cambiará de vestuario sobre el escenario, delante de los espectadores, para evidenciar que no elude su responsabilidad ni un solo momento.

Hace 20 años que Amargo salió de Granada para instalarse en Madrid, y para celebrarlo decidió hacer un espectáculo grande, que finalmente se ha convertido en un espectáculo reducido a su mínima expresión, pero que es igualmente grande, precisael bailaor, porque es "grande en calidad". "Lo estoy pasando mal en los ensayos, porque no tengo bailarines a quien regañar, y porque con los demás se aprende mucho", confiesa.