El que fuera director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia desde 1991 hasta 1993, Dionisio Llamazares, participó ayer junto a Nicolás López Calera en una mesa redonda en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Políticas con el título La urgente actualidad del laicismo.

Llamazares reflexionó sobre diversas cuestiones relacionadas con el laicismo en el contexto del estado español con la propuesta de separación con colaboración entre Iglesia y Estado.

Organizada por el Aula de Pensamiento Crítico de Acción, en la conferencia quedó latente la importancia de la separación de dos conceptos que a veces tienden a aparecer unidos: aconfesionalidad y laicidad. La aconfesionalidad expresa que el Estado no pertenece ni es parte de ninguna Iglesia ni está subordinado a ella y por extensión que el Estado está separado de la Iglesia, mientras que el significado del término laicidad es, fundamentalmente, el de neutralidad religiosa del Estado, exigida por el respeto debido a la libertad de conciencia de todos sus ciudadanos en condiciones de igualdad y sin discriminación alguna fundada en la diversidad de creencias religiosas.

El catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid ha investigado en multitud de trabajos la relación entre la España democrática y la iglesia, siendo sus pensamientos de vital importancia en la actualidad que vive el país, con la enseñanza de la asignatura de religión o las últimas críticas al gobierno de Zapatero.

Para Llamazares, la solución pasa por un acuerdo entre ambas instituciones basado en la separación con colaboración, en el que el Estado se comprometa a que cada vez que tenga que tomar una decisión que pueda afectar a la Iglesia, antes le consulte. Esa fórmula debería ser aplicable a todas las confesiones religiosas.