Granada Jazz Club, la sala dedicada al jazz y sus músicas adyacentes, programa a La Negra (esta noche a partir de las diez), que nos visita por segunda vez en pocos meses. En estos tiempos duros para el ocio ya es revelador y sintomático que una artista repita en tan breve espacio de tiempo. Y es que La Negra no deja indiferente a nadie que se cruce con ella. Por resumir, en las hojas promocionales que distribuye su compañía se etiqueta su música con la denominación de flamenco-fusión, pero la definición es vana y apenas es capaz de describir el amplio abanico de estilos por los que transita su propuesta.

La Negra es una gitana nacida en Alicante pero curtida musicalmente en diversos países por los que anduvo vagando durante su adolescencia. Descubierta por Javier Limón, fue este productor el que publicó su primer disco, un trabajo de flamenco heterodoxo salpicado de jazz, de aires tangueros de Buenos Aires y de esencias brasileñas. Con el foco sobre ella, para la continuación se rodeó de artistas aún más alejados de estos géneros para grabar La que nunca, un segundo álbum en el que sin perder su esencia, esa voz quebrada y pasional, con toda la profundidad del soul que atesora La Negra, se abre al pop, a la psicoldelia, a la chanson y hasta al afrobeat de la mano de Juan Fernández El Panky, Fernando Vacas y Howe Gelb, líder de los míticos Giant Sand. Con todo ello da un paso arriesgado pero pleno de hallazgos que trasladan al oyente al África más misteriosa o a cualquier ciudad moderna de Occidente en un viaje fascinante y lleno de aristas y quiebros sorprendentes. Los que se quedaron con las ganas de verla en directo el pasado otoño tienen una nueva oportunidad de descubrir a una artista única y audaz que no hará más que crecer.