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El Parque de las Ciencias crea un Titanic gigante pero de pequeña escala

  • En los próximos 6 meses los visitantes asistirán a la creación de la maqueta más grande del mítico transatlántico Una muestra explicará la historia del barco y habrá talleres sobre maquetismo

Mucho se ha escrito, hablado y filmado sobre los 1.495 pasajeros que se quedaron para siempre en el océano Atlántico uniendo trágicamente sus destinos al del Titanic. Mucho se sabe de la luctuosa noche del 14 al 15 de abril de 1912 y la fatídica colisión con el iceberg. Pero poco, muy poco se sabe de todas aquella personas que contribuyeron con su esfuerzo y su trabajo a hacer realidad el transatlántico más famoso de todos los tiempos, ni como fue el proceso de construcción del que la Fundación Titanic denomina "el buque de los sueños". Ese es el objetivo del último proyecto de esta institución: dar a conocer al gran público toda esa faceta aún desconocida del barco más famoso de todos los tiempos.

Para hacer posible esta nueva empresa, que se plasmará en la reconstrucción del barco con la mayor maqueta del Titanic que exista en el mundo, la Fundación cuenta con el apoyo del Parque de las Ciencias. Este proceso se inserta en una muestra con objetos personales, fotografías históricas, diferentes talleres y la recreación, a tamaño real, de zonas como la bodega o la cabina.

El Parque de las Ciencias presentó ayer la maqueta y la muestra que la enmarca, que lleva por título Titanic: the reconstruction, aunque no se abrirá al público hasta el próximo 28 de febrero. Desde esa fecha los usuarios del Parque de las Ciencias verán cómo toma forma la maqueta de manos del escultor Enric Calvo a lo largo de seis meses, que es el tiempo que anunció ayer para su construcción el presidente de la Fundación Titanic, Jesús Ferreiro.

Esta réplica en miniatura, que se levantará a escala 1:30, servirá para mostrar los pasos que se dieron hace más de un siglo para convertir en realidad el sueño de navegar desde el viejo continente a Nueva York.

Ferreiro explicó que el casco se ha realizado en astilleros y llega hasta Granada para iniciar en el muelle de armamento la reconstrucción de la historia del buque con la maqueta no sólo más grande, también "más espectacular", de las realizadas hasta el momento.

Ferreiro adelantó que la muestra permanecerá en Granada una vez terminada la maqueta, hasta enero de 2016, momento en el que iniciará su itinerancia por nueve países europeos y ciudades como Nueva York o San Francisco, en una gira mundial cerrada ya hasta 2019. "Y en todos estos sitios diremos que el barco se ha construido en Granada y sólo la gente que pase por aquí verá como ha sido el proceso", apuntó el presidente de la Fundación Titanic.

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, la delegada del Gobierno andaluz, Sandra García y el director del Parque, Ernesto Páramo, coincidieron ayer en señalar en el acto de presentación el atractivo turístico que representa la muestra. El acto de presentación también contó con la presencia del rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, o la presidenta de la Fundación Enrique Gran, Begoña Merino.

La reproducción del buque ocupa 12 metros de largo, 4,5 de ancho y 3 de altura y, con una apertura en el costado, ofrecerá a los visitantes la posibilidad de ver los detalles del barco gracias a piezas fabricadas y pintadas a mano.

La muestra en la que se enmarca, producida por la Fundación Titanic, recibe al visitante con un trabajo audiovisual de 20 minutos sobre la historia del Titanic. Esta primera área también integra una colección de fotografías que narran desde que surgió la idea de la construcción del buque, el 10 de junio en una cena organizada por Lord James Pierre, el socio mayoritario de los astilleros más grandes del mundo, Harland an Wolf, con Bruce Ismay, director de la compañía White Star Line, hasta que se termina con su botadura en abril de 1912.

De aquí se pasa a una sala homenaje dedicada a recordar a los 1.495 pasajeros que murieron en el naufragio. Entre ellos estaban algunas de las personas más ricas del mundo y cientos de inmigrantes irlandeses, británicos y escandinavos que iban en busca de una vida mejor en Norteamérica. Este área se conoce como Sala del Agua y recibe este nombre porque el mar pasó a ser depositario de las ilusiones de las personas que perecieron en el accidente.

Además, la exposición del Parque de las Ciencias incluye objetos patrimoniales como el cuadro original El sueño del Titanic, propiedad de la Fundación Enrique Gran, o el conocido como el coche del Titanic, un brush D24 de 1910 que esperaba en Nueva York para hacer el camino de vuelta.

El museo granadino acompaña esta exposición con talleres didácticos sobre maquetismo que permitirán al visitante crear sus propias maquetas y conocer los conceptos científicos que las acompañan, como las proporciones, el cálculo o las referencias espaciales.

El director del Parque de las Ciencias destacó ayer la importancia del maquetismo. "Creo que tiene la misma utilidad en el aprendizaje que disciplinas como el ajedrez", comentó Páramo, quien precisó que en esta muestra y estos talleres se sigue la máxima del Parque de las Ciencias de: que el visitante siempre pueda tocar las cosas.

En este taller conocerán también diferentes maquetas de proyectos civiles, navales y otras estructuras que, como manifestaba ayer Páramo, les ayudarán a comprender la importancia de esta materia en cualquier construcción "y qué aplicaciones tiene en la vida real: en ingeniería, arquitectura...".

También se explicará a todos los que pasen por este taller la aplicación de la fibra óptica en la realización de la réplica que está preparando el Parque de las Ciencias y otras utilidades o curiosidades de este material.

También habrá un taller de dibujo para que los más pequeños puedan reflejar en dos dimensiones su visión del Titanic.

De forma paralela a los talleres del mundo del maquetismo y dibujo, se están produciendo a escala real algunas de las instalaciones más representativas del barco, como la cabina de transmisiones Marconi, la bodega central en la que se transportaban obras de arte, el puente de mando o camarotes de primera, segunda y tercera clase, que se mostrarán cuando se termine la maqueta del Titanic.

Con todo ello el visitante no sólo podrá hacerse una idea de lo que ocurrió esa fatídica noche de 1912, también vislumbrará lo que sucedía muchas mañanas en los astilleros que alumbraron el gigantesco barco.

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