artes plásticas

La cerámica granadina contemporánea saca pecho

  • El Centro Gran Capitán reúne varias generaciones de escultores especializados en este arte hasta octubre

La cerámica granadina contemporánea saca pecho hasta el 1 de octubre en el Centro Gran Capitán. La exposición, titulada Encuentros Cerámica Contemporánea, reúne a 17 artistas emergentes y consagrados de esta disciplina ampliamente cultivada en la ciudad. "Espero que sea el comienzo de una nueva era expositiva en torno a este arte, incluso hemos creado una asociación", reconoce Paloma Abellán, comisaria de la muestra que le ha costado un año de trabajo y donde se pueden observar unas 40 obras en las que se han utilizado diferentes materiales y técnicas, entre ellas algunas nuevas de esmaltado.

"Ya en los 80 un grupo de ceramistas comienza a mostrar al público unos trabajos que rompen con la ortodoxia de la cerámica granadina tradicional, sin desdeñar la importancia del conocimiento de sus técnicas y oficio, para introducirse en novedosos ámbitos creativos, en los que el diálogo entre creación innovadora y técnica artesanal es enriquecedor", relata Hermógenes Ruiz, experto en la materia y uno de los colaboradores en la exposición.

El "histórico" encuentro hunde sus raíces en tres exposiciones celebradas en 1987, 1989 y 2003

El "histórico" encuentro hunde sus raíces, explica Ruiz, en tres exposiciones decisivas: la de 1987 en la galería Aldaba de Madrid, otra en la galería Sureste de Granada dos años después y la última, titulada Barro, un material para la escultura, en el Centro Gran Capitán hace 15 años. Entre los participantes se encontraban Agustín Morales Jiménez, Agustín Ruiz de Almodóvar y Esperanza Romero, autores que también participan en Encuentros Cerámica Contemporánea.

Algunos de los proyectos más interesantes pasan por las cristalizaciones que emulan condiciones geológicas y volcánicas de Raúl Castillo; los nuevos esmaltes en la instalación de una veterana, Eulalia Ariza Rubio, que ofrece una propuesta de porcelanas coloreadas; y El cementerio del mar, de Rosa García, donde emplea brillos metálicos y arcilla chamoteada negra para rendir homenaje a los refugiados ahogados en el mar Mediterráneo.

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