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Una muestra refleja los cambios del paisaje donde murió Lorca

  • El Centro de Estudios Lorquianos acoge las instantáneas de José Muñoz

El Centro de Estudios Lorquianos de Fuente Vaqueros (Granada) acoge desde hoy y hasta el próximo 30 de junio la exposición fotográfica de José Muñoz Lorca. Ausencia/Presencia. De Aynadamar al Barranco de Víznar, que tiene como punto de partida instantáneas del entorno del Barranco de Víznar y la Fuente de Aynadamar tomadas en 1949 por el Claude Couffon y en 1967 por Ian Gibson que pretendían fijar el escenario del asesinato del poeta.

Esas fotografías tienen hoy gran importancia, ya que, además de su valor histórico paisajístico, plantean un análisis de la evolución de los lugares físicos de ese territorio. Estos investigadores, grandes apasionados por Federico García Lorca, al igual que Agustín Penón, recogieron una importante cantidad de información de primera mano apoyados en la cámara fotográfica como herramienta para recopilar datos.

José Muñoz, a través de esta muestra fotográfica, plantea los procesos y cambios en el paisaje del Barranco de Víznar a Aynadamar, en el que se puede apreciar la casi inexistencia de vegetación arbórea de las primeras fotografías, hasta la gran cubierta vegetal que posee la zona hoy día.

La muestra surge como actividad paralela al ciclo de cine, De Memoria. Federico García Lorca a tumba abierta, diseñado desde el Departamento de Artes Audiovisuales de la Diputación de Granada, que pretende explorar y suscitar la reflexión sobre la memoria, el vacío y la falta.

La exposición hace el itinerario que va desde el Barranco de Víznar hasta la fuente de Las lágrimas, lugares sobre los que, según Muñoz, "una vez finalizada la guerra, debía producirse el olvido y de los que por tanto se debía borrar todo rastro". "Pero este espacio de ausencias nunca completó el ciclo de los olvidos de Granada. Con el tiempo se ha producido una evidente inversión conceptual y de vida, y es que los espacios del olvido se han transformado en los espacios de la memoria, no solo de familiares sino también de la colectividad de los ciudadanos. La ausencia de los cuerpos no invalida el sentido y significado de la memoria", señala.

Como parte de la muestra se incluye la proyección continua de tres piezas cinematográficas, Los remotos paraísos de la pena de Javier Codesal, Paraíso cerrado de José Ángel Arias, Tierra quemada de Carmen L. Sigler y Mudanza de Pere Portabella.

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