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Un perfume, dos médicos y una ruta

  • El médico y escritor José Luis Gastón Morata realiza un itinerario sobre los rincones de Granada que le inspiraron para su novela 'El perfume de Bergamota'

A las rutas turísticas municipales se les sumará el próximo otoño una nueva basada en El perfume de Bergamota, la novela histórica de José Luis Gastón Morata que describe la Granada de 1392 a través de una trama de misterio basada en un perfume, un médico y una conspiración para matar a un rey. Esta obra, que va ya por la tercera edición y más de diez mil ejemplares vendidos, se convirtió el año pasado en el número uno en ventas en la feria del libro granadina. Ahora acaba de ser traducida al hebreo y se venderá a finales de año en Israel.

Su autor, José Luis Gastón Morata, está sorprendido del éxito de la novela. "Comencé a dar charlas por las bibliotecas municipales a instancias de María Ángeles Jiménez Vela, que había leído el libro y le había gustado, y me encontré con que había muchas personas interesadas en El perfume de Bergamota y que buena parte de ellas se la habían leído con precisión y escuchaban atentamente mis explicaciones", señala.

Este granadino que nació curiosamente el día que en su ciudad se celebra la Toma, médico de profesión y apasionado de su ciudad, sentía la necesidad de contar cosas sobre ella, de dar a conocer su historia, su patrimonio … De compartir un gran conocimiento acumulado sobre ella durante años por la curiosidad y la lectura de las decenas de libros que se agolpan en las estanterías de su casa.

Así pues, la propuesta de crear una ruta turística con su libro como base le halaga y a la vez le abruma, al encontrarse conviviendo con otras basadas en Ayala o en Elena Martín Vivaldi. "Encontrarme al lado de ellos es para mí un honor".

Lo ideal es haber leído la novela para poder identificar los lugares descritos de la Granada del siglo XIV. Sin embargo, en esta ruta de la mano de Gastón no se desvelan las claves del libro para no estropear la lectura de aquellos que aún no hayan podido disfrutar de él.

En principio, la ruta propuesta por Gastón era más extensa pero, finalmente, se acortó para que se pudiera realizar en un día. Se presentará previsiblemente a finales de septiembre para ponerse en funcionamiento en octubre.

El punto de partida es la Madraza. Era el edificio de la Universidad de Granada. Fue la única de toda la España musulmana. Tan sólo existía otra cristiana, la de Alfonso X El Sabio en Murcia y hay duda de si existió alguna en Málaga. En 1492, los Reyes Católicos la convirtieron en Ayuntamiento. Luego fue a partir de 1834 un almacén de tejido de los hermanos Echevarría. Tras su incendio, la Universidad de Granada la adquirió a mediados del siglo XX.

La siguiente parada es la Alcaicería, el lugar que pertenecía al rey, donde se vendía la seda y que gozaba de fama mundial. La seda se enviaba a Génova, Venecia y Aragón, fundamentalmente. Esta seda procedía de las moreras de la Alpujarra.

El próximo lugar de visita es el Corral del Carbón, que era una antigua fonduq o lugar de alojamiento para comerciantes ricos. Hay noticias de que en Granada hubo hasta tres de ellas. La clientela habitual de esta fonduq estaba formada por comerciantes de la seda que acudían a hacer negocios en la cercana Alcaicería. La parte de arriba se usaba de alojamiento, mientras que abajo descansaban las bestias. Una única puerta aseguraba evitar robos.

A continuación, el itinerario abandona el centro y sigue en la Carrera del Darro, para ir a visitar el lugar en el que se ubicaba el Puente del Cadí, que era la puerta de comunicación del Albaicín con la Alcazaba y, por ende, el palacio de la Alhambra. "Se trata del mal llamado Puente del Cadí, porque su nombre realmente era Puerta de los Tableros", matiza Gastón Morata, que explica cómo aún quedan marcas de los huecos en los que las tablas se encajaban para dejar pasar más o menos agua del río. A los lados había dos baluartes defensivos, con sus guardias.

Justo enfrente está la siguiente parada: El Bañuelo. La función de estos lugares en la época del libro era la de bañarse antes de la oración. Por la mañana acudían las mujeres y por la tarde los hombres. Aparte de lugares para relajar la mente y preparar el alma para orar, servían para la higiene personal. Tenían la misma estructura que ahora: Sala fría, templada y caliente. Granada estaba entonces plagada de baños de este tipo.

Donde se enerva un poco este escritor y médico de carácter afable es en el siguiente punto de visita: El Maristán. Este lugar, en su novela, que también tiene su pequeña parte de ficción, ejerce de hospital, aunque según ha podido saber el autor, se trató en realidad de un manicomio. El Maristán, actualmente abandonado y en un estado deprimente y ruinoso, algo que no entiende el autor, fue el primer manicomio europeo adelantándose en 40 años al Betlehem Hospital de Londres (fundado en 1403) y al del Padre Jofré de Valencia (1409), considerados como los primeros.

Ahora el viajero y Gastón se dirigen hacia la Puerta de los 7 Suelos, subiendo por la Cuesta de los Chinos. Era una puerta defensiva, de las muchas que tenía la Alhambra "y nunca ha tenido 7 suelos". Por ella se dice que salió Boabdil hacia el destierro.

El Corral del Cautivo constituye la siguiente parada. Estaba ubicado en el Carmen de los Mártires. Había silos cavados en tierra donde dormían hacinados los cautivos de los musulmanes en los siglos XII, XIII y XIV. Durante el día eran conducidos a la ciudad para realizar labores de trabajo duro. A la llegada de los Reyes Católicos, los presos fueron liberados y en su lugar construyeron el convento de los Carmelitas para honrar la memoria del escarnio sufrido por los cristianos. Así se convirtió en el Convento de los Mártires, cuyo prior fue San Juan de la Cruz en la segunda mitad del XVI.

El itinerario continúa hacia la Mezquita de la Alhambra, actual iglesia de Santa María de la Alhambra. Allí hay una columna para recordar la ejecución de dos franciscanos: Juan de Cetina y Pedro de Dueñas, que vinieron para predicar el Evangelio en 1394. "Y no cuento más, para no desvelar misterios de la novela", señala.

En la plaza de Los Aljibes finaliza la ruta.

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