La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Todos pagamos la ‘convidá’

Todos pagamos la ‘convidá’ de leng uas y la ofrecemos en Bruselas para cumplir con la dita nacionalista

Aleccionador paralelo. Mientras en Madrid todos pagamos a los nacionalismos diteros otro plazo de la deuda contraída con ellos por el Gobierno para su sostén y la investidura de Sánchez –el estreno del catalán, el vasco, el gallego, los auriculares y los intérpretes para traducir estas lenguas a otra que todos tienen el deber constitucional de conocer–, en Bruselas se dice tururú a la petición española de que su uso se oficialice en la UE, pese a que el generoso Gobierno español se ha ofrecido a que todos nosotros pagásemos el coste. Bruselas quiere echar las cuentas, estudiar las complicaciones jurídicas y técnicas y calibrar el riesgo de que se abra la carísima y confusa caja de Babel. Ya tienen bastante con 24 idiomas oficiales que a través de un caro y complejo sistema se multiplica por 552 al traducirse a 23 lenguas. Y con la cola en la puerta de los países que aguardan su incorporación a la UE.

“He trasladado –ha dicho Albares– que, en el caso español, el uso de las lenguas cooficiales se encuentra reconocido en nuestra Constitución, a diferencia de lo que ocurre en otros Estados miembro de la Unión en los que también existen lenguas regionales” ¿Ignora el artículo 3 de la Constitución? “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Solo son cooficiales, pues, en sus respectivas comunidades y solo el castellano –al que en todo el mundo se llama español– es la lengua oficial del Estado. Solo en alguna de estas comunidades, sobre todo en Cataluña, no se respeta esta cooficialidad en lo que al castellano se refiere. Pero se está imponiendo la mentira de que las cuatro lenguas son cooficiales en la totalidad de la nación. Incluso desde Sumar se ha propuesto que se estudien en los colegios españoles.

Está bien eso de que todos paguemos la convidá de lenguas en Madrid, y la ofrezcamos en Bruselas, para garantizar la estabilidad de un Gobierno y la investidura de un presidente necesitado de los votos nacionalistas. Y no es el pago más gravoso: Junqueras desveló ayer que la amnistía ya está pactada con el Gobierno.

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