La fallida moción de censura en Órgiva hace un mes contra la alcaldesa socialista, María Ángeles Blanco, continúa con las rencillas entre los miembros firmantes de la misma. Primero fue el portavoz del PP de Órgiva, Raúl Orellana, que el pasado martes habló de "amenazas" en el seno del PSOE para que el concejal del Ciudadanos accediera finalmente a retirar la moción. Y ayer fue el edil de Ciudadanos, Juan González Blasco, quien desmentía categóricamente las afirmaciones de los populares revelando que "las únicas presiones recibidas fueron las de los propios militantes del PP y de miembros de la candidatura municipal de Ciudadanos".

Blasco denunció lo que considera "baja conciencia" de los actuales representantes municipales del PP en Órgiva, añadiendo que "a día de hoy no firmaría ninguna moción con ellos porque entiendo que están en una guerra verbal y mental que puede llevar a una judicialización de la política" y que "con personas así no hago acuerdos ninguno". El edil naranja acusó al PP de "hacer guerra sucia en Órgiva por inventarse ellos mismos supuestas presiones para adjudicárselas después a otros".

Los populares llegaron más allá, responsabilizando de las presuntas presiones para la retirada de la moción al concejal de ciudadanos a la "mafia del PSOE" e incluso a la rectora de la Universidad de Granada, puesto que el concejal naranja también es profesor. Ante esto, González Blasco, añadió que se trata de "una infamia". "Es falso que el presidente de la Diputación o la rectora se hayan puesto en contacto conmigo, la rectora ni siquiera me conoce", apuntó.