Sociedad

Los delitos de odio por razón de sexo crecieron un 77 % en España en 2022

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la reunión de la 2ª Comisión de Seguimiento del II Plan de Acción de Lucha contra Delitos de Odio 2022-2024.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la reunión de la 2ª Comisión de Seguimiento del II Plan de Acción de Lucha contra Delitos de Odio 2022-2024. / Miguel Berrocal (Efe)

El año pasado se denunciaron en España 1.869 delitos de odio, un 3,72% más que en 2021, un incremento que se elevó hasta casi el 77% en el caso de los de discriminación por razón de sexo, aunque las denuncias por racismo y xenofobia fueron las más numerosas, con 755, es decir, cuatro de cada diez.

Son datos del informe sobre la evolución de los delitos de odio en España en el pasado ejercicio y que este miércoles ha presentado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la reunión de la segunda Comisión de Seguimiento del II Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio 2022-2024.

Con los datos facilitados al Sistema Estadístico de Criminalidad por Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Mossos d'Esquadra, Policía Foral de Navarra y policías locales, la Oficina Nacional de Delitos de Odio ha elaborado un informe que concluye que las fuerzas de seguridad esclarecieron el 63% de los hechos denunciados y detuvieron o investigaron a 838 personas.

Racismo o xenofobia

Los delitos de odio por racismo y xenofobia, con 755 hechos conocidos, fueron los más numerosos y representan el 43,5% de total de las denuncias, es decir, cuatro de cada diez.

En segundo lugar se situaron los delitos contra la orientación sexual e identidad de género (459 hechos), por delante de los de ideología (245).

Fueron los delitos de odio por discriminación por razón de sexo y género los que más se incrementaron respecto a un año antes, en concreto un 76,6%; seguidos de los de aporofobia (un 70%) y los de antisemitismo (18,2%).

Por el contrario, descienden significativamente los delitos por discriminación generacional (-57,1%, por razón de enfermedad (-47,6%), por creencias o prácticas religiosas (-25,4%) y por ideología (-24,8%).

Delitos con más denuncias

Respecto a la tipología delictiva de estos delitos encabezan la lista las lesiones, con 423 sobre el total de los denunciados; por delante de las amenazas (338), las injurias (116) y los daños (106).

Por comunidades autónomas, País Vasco concentra el mayor número de denuncias (407), por delante de Cataluña (253), Madrid (237) y Andalucía (207).

Y si se tienen en cuenta los meses con más número de delitos e incidentes de odio agosto se coloca en primer lugar con 207, seguido de octubre (199) y mayo (190).

En cuanto al lugar, el informe señala que donde se han producido con mayor frecuencia la comisión de estas conductas son las vías de comunicación (668). Le siguen instalaciones, viviendas y anexos, establecimientos, espacios abiertos, medios de transporte y recintos.

Perfil de la víctima

El perfil de la víctima de estos delitos es un hombre (el 59,4% del total), nacionalidad española (60,9%) y de entre 26 y 40 años (el 31,3%).

Mientras, los menores de edad constituyen el 12,1% del total de victimizaciones.

El informe resalta la subida de víctimas en el grupo de edad entre 18 y 25 años, que pasa de representar el 17,34% del total al 22,11.

Dentro del conjunto de las víctimas de nacionalidad extranjera, las procedentes de Marruecos registran el número más elevado (9,9%), por delante de Colombia (3,3%) y Senegal (2,1%).

Ataque a la dignidad

Durante su intervención, Marlaska ha recordado que los delitos de odio constituyen "un ataque frontal y directo" a los principios de libertad y a la dignidad de las personas

"Actuar contra los delitos de odio ayuda a mejorar la convivencia de una sociedad multicultural, formada por personas diferentes y, como consecuencia directa, nos ayuda a vivir en una sociedad mejor", ha señalado.

Marlaska ha indicado también que la reparación no debe entenderse desde un punto de vista únicamente material. "Debemos pensar en el resarcimiento moral, que puede ser incluso más importante para la víctima, al haber atacado su propia dignidad, su libertad o el libre desarrollo en igualdad de condiciones y oportunidades", ha zanjado.

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