La mitad de los menores de 13 años en España ha consumido pornografía al menos una vez y siete de cada 10 adolescentes lo hacen regularmente.

Son datos de un informe de Save The Children que se confirman con los de estudios como el elaborado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud que indicaba que el 45% de los adolescentes y jóvenes tuvo contacto por primera vez con la pornografía alrededor de los 13 años.

Estos datos refuerzan la necesidad de las iniciativas globales de verificación de edad que han ido surgiendo en distintos países en los últimos meses para proteger a los menores de edad del acceso a contenidos online para adultos.

A nivel europeo, ya ha entrado en vigor la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE que plantea importantes sanciones para aquellos sitios web con contenidos para adultos que no cumplan con la norma y no prioricen la protección de los menores online.

En España, el Gobierno anunció recientemente que esta será también una de las principales prioridades para 2024 y que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre trabajan en un método de verificación de edad que podría estar listo antes del verano.

La tecnología de Bouncer Digital

En esta línea va también la propuesta desarrollada por la start-up española Bouncer Digital, una solución tecnológica universal para la validación digital de identidades y de la mayoría de edad de los usuarios.

“Estamos ante un gran problema que pone en riesgo a los menores y que no deja de agravarse año tras año por la falta de restricciones a los contenidos para mayores de edad. Es necesario contar con normas más estrictas, tanto a nivel global como local, para proteger cuanto antes a los menores no solo de la pornografía, sino también de otros sectores como el alcohol, el tabaco o los juegos de azar”, afirma Jorge Bardón, CEO de Bouncer Digital.

Mediante el uso de tecnología biométrica para el reconocimiento facial y la inteligencia artificial (IA) para prevenir la suplantación y el escaneo de documentos oficiales, la compañía crea una identidad digital del usuario que le permite o deniega el acceso a productos y servicios restringidos a mayores de edad en internet.

Todo ello desde el propio dispositivo móvil del usuario, que se encarga de hacer toda la operativa desde un entorno seguro para él.

Cómo funciona

El proceso es rápido y sencillo. Para acceder a un sitio web con contenido para adultos el usuario deberá descargar primero la app de Bouncer Digital (iOS y Android), gratuita y no necesita de ningún tipo de registro.

Después, deberá hacerse un selfie con su móvil para la lectura biométrica, escanear un documento oficial (la solución es global y admite más de 1.500 documentos oficiales de 250 países y en 138 idiomas) y hacer una lectura del chip del documento mediante la tecnología NFC de su dispositivo. Por último, la aplicación validará la identidad del usuario y le permitirá o no el acceso al contenido.

Privacidad y seguridad de los datos personales

La tecnología de Bouncer Digital, aseguran sus responsables, garantiza el respeto a la privacidad y la protección de los menores. Cumple con el Reglamento Europeo en Protección de Datos (GDPR), por lo que los datos de los usuarios durante el proceso de validación son anonimizados y no pueden ser utilizados ni por la propia compañía ni por terceras empresas colaboradoras.

La validación de la mayoría de edad se establece en el propio dispositivo móvil. Cuando el usuario desea utilizarlo para acceder a una página web con contenido para adultos o cualquier otro producto destinado a adultos en internet (alcohol, juegos de azar...), el dispositivo solo comparte un OK anónimo de aprobación si el usuario es mayor de edad o un KO anónimo de rechazo si no lo es.

Este enfoque, explican, garantiza que el dispositivo no divulgue datos personales del usuario y permanezca no rastreable en futuras sesiones de navegación.

“Soluciones como la nuestra, han permitido ya a muchas empresas de estos sectores anticiparse a la regulación y a sus usuarios contar con un ecosistema seguro para sus datos personales”, añade Bardón.