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Doce meses listos para empezar

  • Los granadinos abarrotaron la plaza del Carmen para despedir el 2016 y las playas para dar la bienvenida a 2017

Comenzar un nuevo año es como una promesa de cambio que entraña la esperanza de poder dejar atrás lo que no se quiere. Hay quien decide dejar de fumar, quien sostiene la firme intención de estudiar más y no dejarlo todo para el último momento, quien recuerda las dietas y el deporte, y quien simplemente hace propósitos de enmienda personal.

Parece que con ese cambio de cifra en el calendario todo parece posible, porque para muchos, el día de fin de año es una fecha llena de una magia poderosa que invita a la alegría y a reunirse con los más queridos para festejar el nuevo año, desechar lo malo del que muere y también recordar todo lo que trajo consigo.

La cena de Nochevieja, que suele reunir a las familias, es el dulce preámbulo a una noche que no cerrará los ojos hasta la madrugada. Las uvas suelen tomarse en casa para luego salir, ya sea a alguno de los cotillones, fiestas privadas o pubs. Aunque también los hay que prefieren contar las doce campanadas con el reloj del Ayuntamiento en la plaza del Carmen, donde el grupo El Beso de Judas ofreció un concierto que llenó de música la plaza del Consistorio.

Disfraces, gorritos de Navidad y sobre todo, muchos besos y cava llenaron el pasado día 31 el centro de la ciudad con motivo de la llegada de este esperado 2017.

Fue sin duda una noche en la que reinó la fiesta y la alegría, pero en la que también hubo incidentes derivados del descontrol, en la mayoría de casos por el consumo de alcohol.

El servicio de emergencias del 112, coordinó un total 221 incidencias en la provincia de Granada entre las 15:00 horas del día 31 de diciembre y las 8:00 horas del día 1 de enero. Las incidencias más frecuentes en estas dos jornadas fueron las asistencias sanitarias con 107 emergencias y las situaciones relacionadas con la seguridad ciudadana, que fueron 51; los incendios son el tercer motivo de alerta (21 casos), seguidos por las avisos relacionados con los accidentes de circulación (11) e incidencias de tráfico (8). Por provincias, Granada fue la cuarta en número de avisos, superada por Sevilla con 504, Málaga con 297 y Cádiz con 237.

Pero el pasado sábado no sólo alumbró un nuevo y esperanzador año, sino que también trajo una nueva vida, una niña llamada Laura nació en el Complejo Hospitalario de la capital tras un parto por cesárea a las 1:40 horas y ha pesado 3,400 kilogramos.

Ayer, con el año recién estrenado, fueron muchos los granadinos que eligieron disfrutar del clima privilegiado del litoral, que más que de enero era típico del primaveral mes de marzo.

En los chiringuitos de la Costa granadina, están viviendo unas Navidades de ensueño y los 'brotes verdes' los empiezan a notar en forma de afluencia a sus terrazas. Con las concesiones recién estrenadas y las infraestructuras en muchas de ellas, como en las localidades de Almuñécar y Salobreña ya reformadas, los chiringuitos del siglo XXI ofrecen el mismo trato personal al cliente, la misma calidad de sus productos, pero en un ambiente más confortable y más atractivo para el visitante, por lo que no encaran el nuevo año con mayor optimismo.

Ayer, numerosas familias decidieron inaugurar el nuevo año con una comida en el litoral, en la que no podían faltar los abuelos, los padres y los nietos, todos ellos en las mesas del exterior para recibir los rayos del sol. "Es como una boda", decía el patriarca de la familia que agasajaba a sus descendientes con una comilona en el chiringuito Emilio de Salobreña con una amplia sonrisa. "No puede haber mayor satifacción en la vida que reunir a mis seres queridos". Así, reunió hasta una veintena de personas de varias edades. Por suerte, habían reservado espacio suficiente, porque "estos días si no es imposible", comentaba un camarero. El propietario de este establecimiento, Emilio Rodríguez, señala que "están siendo unos días muy buenos", con gran afluencia de público a las playas y, por ende, a sus negocios, lo que sin duda está redundando en las ventas y a enmascarar de alguna manera la endiablada estacionalidad. El hostelero corta jamón para unos comensales, sin parar de colocar las comandas en un panel.

En otro punto del paseo marítimo acaban de llegar dos matrimonios de extranjeros al chiringuito El Peñón, un marco espléndido en el que contemplar un día nítido, libre de nubes, en el que se podía apreciar Almuñécar e incluso la parte más oriental de la provincia de Málaga, con un mar en calma absoluta. El camarero les pregunta si han reservado, y al percatarse de que no hablan español les informa de que "it´s full". A esa hora, las plazas de aparcamiento están ya completas y es complicado encontrar sitio donde estacionar hasta casi el final del paseo.

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