El pasado lunes, Antonio Sanz, secretario general del PP-A, mostró su preocupación por que el Gobierno andaluz, "en vez de dedicarse a la creación de empleo, se dedique a recolocar a sus militantes", algo que Sanz calificó de "inaceptable, antidemocrático y de dudosa legalidad" y que era un síntoma de "fin de ciclo" en Andalucía, para lo que puso como ejemplo que determinados ex alcaldes socialistas fueran nombrados delegados provinciales de la Junta.

Parece que la Junta tenía ganas de darle la razón a Sanz, ya que ayer mismo tanto el ex alcalde de Loja (Granada), Miguel Castellano, como José Antonio Aparicio, quien ejerció como portavoz de la Gestora del PSOE de Motril (Granada), fueron nombrados por el Consejo de Gobierno como director general de Museos y Promoción del Arte de Andalucía y como el nuevo delegado de Hacienda en Granada respectivamente.

Además, Moisés Muñoz Pascual será el nuevo delegado de Medio Ambiente en Jaén, después de que ocupara la presidencia de la Diputación de Jaén en abril del pasado año tras la marcha de Felipe López, actualmente delegado del Gobierno. La presidencia de la Diputación pasará a manos del secretario general del PSOE de Jaén, Francisco Reyes.

Para Sanz esta estrategia de nuevos nombramientos demuestra que el PSOE-A está intentando solucionar su crisis interna con el Boletín Oficial de la Junta (BOJA), mientras que Andalucía se encuentra en una situación de "emergencia social".