El Atlético de Madrid recibe hoy al Qarabag de Azerbaiyán en la cuarta jornada de la Liga de Campeones con una sola consigna: ganar sí o sí, pues no le vale otra cosa que el triunfo.

El empate sin goles de hace dos semanas en Bakú situó al conjunto de Diego Simeone contra las cuerdas después de sumar apenas dos puntos en tres partidos. Tres más tiene la Roma y siete cuenta el Chelsea, dos equipos que se medirán en la capital italiana en otro encuentro crucial para la suerte del Grupo C.

El Atlético tiene dos problemas: los resultados y el juego. Así se comprobó en la última jornada de Liga, cuando no pasó del empate 1-1 en casa ante el Villarreal. Marcó primero, pero volvió a cometer el pecado de replegarse en exceso y su rival lo castigó.

El equipo de Simeone debe dejar atrás todos los precedentes y centrarse únicamente en el vital encuentro de hoy. Es favorito ante un rival débil, debutante en el torneo, pero que en el choque disputado en Bakú puso en enormes dificultades al conjunto español. Por méritos propios y, evidentemente, por deméritos del propio Atlético.

No es ningún secreto que al conjunto rojiblanco le cuesta una enormidad generar ocasiones y, por consiguiente, goles. Así, lleva sólo nueve tantos en los últimos nueve encuentros de Liga de Campeones, una cifra que lo aleja de cualquier posibilidad de lograr objetivos.

Sin embargo, si hay un equipo que demostró una enorme capacidad de superar adversidades, incluso las que se genera a sí mismo, ése es el equipo entrenado por Simeone. Todavía depende de sí mismo para clasificarse a octavos dentro de un grupo durísimo.

Es de suponer que Simeone arriesgará con la alineación y propondrá un equipo ofensivo, aunque eso dependerá de la disposición de sus jugadores sobre el campo. Muchas veces pone delanteros que están más pendientes de tareas defensivas que de generar juego y ocasiones.

La duda principal es saber quién jugará junto a Griezmann en la punta, con muchas opciones para Gameiro. También es muy probable que entre el argentino Ángel Correa, autor de un buen gol ante el Villarreal y el mejor de aquel partido.

El Qarabag es un novato en Liga de Campeones, pero está compitiendo. Algo que no muchos podrían haber asegurado antes de comenzar el torneo. Dentro de sus posibilidades, intenta jugar el balón y disparar contraataques.

Sin embargo, el partido de ida le dejó una mala noticia con la expulsión de su delantero más peligroso, el sudafricano Dino Ndlovu, quien deberá cumplir un partido de sanción en el Wanda Metropolitano.

El Atlético no puede tropezar y sabe que con él tendrá una hinchada que lo alentará desde el primer minuto. Se espera un lleno absoluto en el nuevo campo rojiblanco, una caldera en busca de un triunfo necesario para sobrevivir en la Liga de Campeones.

En el otro partido del Grupo C, el Chelsea y la Roma se verán de nuevo las caras después del vibrante 3-3 que protagonizaron hace dos semanas en Stamford Bridge. El Chelsea de Antonio Conte conseguirá el billete a octavos con un triunfo en el campo de la Roma, pero las últimas tres visitas de los blues a Italia acabaron en derrota.

"Vamos a jugar igual que en la ida, es nuestra identidad", avanzó el entrenador de la Roma, Eusebio di Francesco. "La mentalidad tiene que ser la misma. Como ya dije tras aquel partido, tiene que ser un punto de partida para nosotros".

La Roma acariciaría la clasificación con una victoria. Si no gana, se jugará casi todas sus opciones en la quinta jornada, cuando visita al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano.