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Baño que invita a soñar

  • El Covirán destroza sin miramientos a un Navarra superado por el enorme potencial de los de Pin en el primer partido de octavos

  • Iván Martínez sufre una caída al final y se va llorando

Bowie, uno de los más destacados de la escuadra granadina, anota bajo el aro navarro.,

Bowie, uno de los más destacados de la escuadra granadina, anota bajo el aro navarro., / fotos: álex cámara

Ilusiónante. Seguro que ésta es la palabra que mejor define la exhibición que dio el Covirán Granada ayer en el primer partido de la serie de octavos ante el Basket Navarra, al que avasalló con un espectacular 97-59. Lecturas siempre se pueden hacer. Incluso en un encuentro tan desnivelado. Seguro que los más críticos se preguntaban ayer por qué este nivel de intensidad no apareció durante la fase regular de la Liga, cuando los de Pablo Pin parecían dejarse partidos muy asequibles en minutos de desasosiego. Ayer, nada de eso. Con 20 puntos de diferencia los esfuerzos duplicaban a los mostrados con diez. Y con 30 los triplicaban, como si el equipo no diera por ganado nunca un partido que se fue al último e intrascendente cuarto con una brutal ventaja de 35 puntos (77-42) y que acabó con un inédito 124-31 de valoración a favor de los de Pin. A los de Joaquín Prado no les valdrá la excusa de la lesión a última hora de su 'jugador franquicia', Iñaki Narros, después del festival de triples local sobre todo en el segundo tiempo. Pin llegaba también con su columna vertebral (Fernández, Lattibeaudiere y De Cobos) tocada, mas todos ellos rindieron a un nivel sobrenatural.

Joel Almeida golpeó primero con un triple en el primer ataque rojinegro que levantó los ánimo de los 3.667 aficionados del Palacio merced a una buena defensa de Uta, al que en la siguiente ofensiva visitante cargó ya con una personal. En pocos minutos, el número 3 ya campeaba en su casillero de faltas, lo que obligó a Pin a prescindir de él mucho tiempo. La concentración iba a ser un factor determinante y ello se evidenció desde el principio. Un tropiezo prematuro podía costar caro a la larga y por eso los locales anduvieron vigilantes. Los rojinegros apretaban en defensa y, en ataque, buscaron permanentemente el tiro exterior. En manos de Almeida se frustraron otras dos tentativas, pero a la tercera De Cobos puso el 8-3 al filo del ecuador. Mientras, los de Joaquín Prado recortaban desde la línea de tiros libres (5 de 6 en el primer cuarto) y con un triple de Hopfgartner al que respondió Milekovic con otro que obligaba al ayer equipo negro a pedir tiempo muerto. Tras el receso, intercambio de anotaciones desde el perímetro entre Poston y Fernández y 24-29 para afrontar los segundos diez minutos.

El encuentro terminó con un inédito 124-31 a favor del Covirán en el apartado de valoración

El siguiente acto comenzó con un 'triplazo' de Adri Fuentes que encontró la réplica en De Cobos. El brasileño puso en menos de un minuto los cinco primeros puntos locales del segundo periodo con un triple y una incursión con bandeja tras recuperación que, a falta de siete minutos exactos para el descanso, obligaba de nuevo a Prado a solicitar tiempo muerto. De robo en robo, los de Pin sacaban tajada. Porque de otros dos nacieron sendas anotaciones de Bowie y un inspiradísimo Jesús Fernández a la media vuelta (33-22). El de Villena completó su particular recital con un nuevo triple antes de volver al banco. Hidalgo cortó la sangría navarra con una acción de dos para acabar con un sonrojante 14-0 de parcial de los nazaríes, que aun sí seguían a lo suyo: triple de Almeida y gorro de Lattibeaudiere con encajonamiento del balón en el aro incluido. Aun estando 16 arriba, Pin hizo ademanes de enfado -la exigencia era máxima- y pidió tiempo muerto a 35 segundos del descanso. Tiempo suficiente para que Bortolussi todavía pusiera el 51-32 en el electrónico con un lanzamiento desde el perímetro.

En el tercer cuarto, los de Pin mantuvieron en todo momento su óptima capacidad mental y de concentración. Parecía como si los locales hubieran recibido una master class sobre cómo no dar ningún partido por ganado, algo que, como se ha indicado anteriormente, ha venido repitiéndose a lo largo de la Liga regular. Bowie y Bortolussi pusieron un primer 4-0 de parcial que rompió Adri García con otra jugada de dos. Milekovic elevó la ventaja a 25 puntos con la mitad del tercer cuarto consumido y los del norte de la península aturdidos ante el abanico de recursos locales. De Cobos, con otro triple, uno más, puso el 62-34 y la rendición de los visitantes, que tuvieron que volver a pedir un respiro ante la avalancha nazarí que les estaba cayendo encima.

Uta regresó entonces a la cancha y la brecha entre ambos equipos se ensanchó aún más si cabe. El rumano cogió rebotes, puso tapones y forzó faltas en los estertores de un tercer cuarto en el que Navarra cavilaba ya más sobre el partido de mañana.

En el último cuarto el Palacio empezó a hacer ya la ola en un duelo visto para sentencia. También ganó Ávila a Zornotza y quedó la amargura de Iván Martínez, que a falta de 16 segundos sufrió una caída y se retiró llorando. Habrá que esperar para saber el alcance y si podrá estar en lo que queda.

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