Baloncesto l Liga ACB

Bradley, luces y sombras

  • El último fichaje del CB Granada estuvo discreto en su debut ante ViveMenorca al dejar patente su debilidad defensiva, los malos porcentajes en los tiros libres y la dificultad para rendir en el poste bajo

La actuación de Michael Bradley ante el ViveMenorca no fue como para tirar cohetes. Los siete puntos que encestó y los tres rebotes que capturó, dos ofensivos, unidos al triunfo del Club Baloncesto Granada, evitaron que las miradas se centraran en exceso en él y pasara algo desapercibido en su debut con el conjunto rojiverde. Eso sí, a todas luces y a modo de primera valoración, ofreció más de lo mostrado por su antecesor, Corsley Edwards. Más que nada porque dio la sensación de tener interés, de mantener la concentración mientras estuvo en pista y de ser capaz de jugar en equipo. Sin embargo, su contratación requiere un mayor rendimiento tanto en ataque como en defensa.

Bradley se comportó extremadamente blando en las labores bajo su propio tablero, principalmente porque no se mostró intenso sobre la línea del pase, ni en el bloqueo del rebote, por lo que encontró muchos problemas cuando su par, en especial Varda, optó por pisar la 'pintura'.

Sus 208 centímetros de estatura intimidaron poco. El entrenador de la escuadra granadina, Sergio Valdeolmillos, que apostó por Bradley al colocarlo en el quinteto inicial, se vio obligado a sentarlo a 4'25'' para la finalización del primer cuarto, con 8-13 en el marcador, ya que los jugadores del ViveMenorca se encontraron muchas facilidades para atacar el aro rival, tantas que firmaron un parcial a su favor tras el salto inicial de 0-7. El pívot estadounidense ya no volvió a la pista hasta el tercer periodo, cuando el CB Granada había dado la vuelta al tanteador (51-49). A partir de ahí, su presencia fue más discreta atrás coincidiendo con que los hombres altos visitantes parecieron olvidarse de acercarse al aro y se limitaron a gastar balones desde detrás de la línea de 6,25.

En situaciones sobre la pista delantera, Michael Bradley rindió más. Corrió bien la pista como quinto hombre cuando su equipo salió al contraataque y sacó partido en varias acciones en las que recibió el balón con buena posición para lanzar a canasta. De ahí, el 100% de aciertos en tiros con valor de dos puntos (3/3). No obstante, le costó moverse en la zona del poste bajo, sobre todo tras recibir y tener que continuar la jugada con un pase o amenazar el aro para generar espacios a sus compañeros. Su punto negro, sin lugar a duda, los tiros libres: uno convertido de cuatro intentados.

Ante el Pamesa, Bradley tendrá su segunda reválida.

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