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Más que Cristiano

  • Portugal esgrimirá hoy también la pujanza de sus jóvenes para meterse en la final a costa de Chile

La estrella de Cristiano Ronaldo brilla tanto que deslumbra y hace difícil fijarse en lo que hay alrededor, pero Portugal es un país que rebosa talento y exporta millones de euros en futbolistas. La Copa Confederaciones, donde los lusos disputan hoy ante Chile las semifinales en Kazán, es una nueva muestra de la inagotable fuente de jugadores que es el pequeño país de la Península Ibérica, que el año pasado logró su primer gran título al proclamarse campeón de Europa.

"En comparación con la Eurocopa aquí tenemos algunos jugadores diferentes, pero ésa es la única diferencia", manifestó el seleccionador portugués, Fernando Santos. "Por lo demás tenemos siempre el mismo espíritu, la misma voluntad y el mismo potencial", añadió el técnico luso.

Portugal se ha acostumbrado desde hace años a ubicarse en los grandes escenarios del fútbol gracias a nombres como los de Rui Costa, Figo o Cristiano Ronaldo. Pero incluso la segunda línea de jugadores lusos goza de un prestigio que no debería darse por sobreentendido en un país con apenas diez millones de habitantes.

En total se pagaron ya más de 350 millones de euros en traspasos por los futbolistas portugueses presentes en Rusia. Y ahí no están incluidas jóvenes estrellas como son Renato Sanches, del Bayern Múnich, o Gonçalo Guedes, que milita en el Paris Saint-Germain.

El país vecino tiene tanto talento que incluso se puede permitir el lujo de dejar a otros dos futbolistas valorados en 35 millones de euros para la selección sub 21.

No importa si jugadores veteranos como Pepe, Bruno Alves, Nani o Quaresma van haciéndose mayores, pues la fábrica portuguesa continúa funcionando. Y la Copa Confederaciones, un mini Mundial en el que se enfrentan los seis campeones continentales, el campeón mundial y el anfitrión, no ha sido una excepción.

En la vital victoria por 1-0 ante la selección de Rusia, Santos revitalizó el equipo con André Silva, de tan sólo 21 años, y Bernardo Silva, de 22. Eran sus primeros minutos en un torneo mayor, pero ambos futbolistas fueron vendidos ya por un total de 88 millones al Milan y al Manchester City.

Ante Nueva Zelanda, el defensa Nelson Semedo, de 23 años, tuvo su oportunidad desde el principio, mientras que Gelson Martins, de 22, entró en el final por Quaresma. Ambos han sido también relacionados ya con clubes como el Liverpool o el Manchester United.

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