El entrenador del Granada, Lucas Alcaraz, lamentó en la rueda de prensa posterior al partido cómo en un abrir y cerrar de ojos se dieron varias circunstancias negativas para su equipo que marcaron el resultado final: "En cinco minutos tuvimos dos ocasiones muy claras, te quedas con uno menos, encajas el 0-1, tienes otra clara y a la vuelta encajas el 0-2".

El técnico añadió que a partir de ese segundo tanto de Larrivey no pudieron reaccionar por "la adversidad del marcador, la inferioridad numérica y el buen trabajo del Rayo".

El técnico granadino explicó que en la primera parte su equipo tuvo "las ocasiones más claras", mientras que en la segunda pasaron "de tener el partido para adelantarnos en el marcador a quedarnos con diez e ir perdiendo 0-2".

Alcaraz reconoció que la expulsión en el Granada del argelino Yacine Brahimi fue "un error nuestro", aunque lamentó que la acción de la segunda amarilla a su jugador conllevara "el mismo castigo que el posible codazo de Ze Castro", además de indicar que el colegiado Antonio Miguel Mateu Lahoz estuviera "bastante excitado desde el principio".

Sobre la situación en que quedaba el vestuario tras el 0-3 recibido, Lucas comentó que "las derrotas y las victorias cambian los estados de ánimo".

"Hace dos semanas ganamos al Barcelona y hubo una alegría incontenida. Eso es fútbol, y lo sabemos. Tenemos que ganar un partido para lograr la permanencia y estoy plenamente convencido de que lo vamos a sacar adelante", sentenció.

Alcaraz no oculta que "hay jugadores tocados" pero cree que el Granada tiene "suficientes argumentos para ganar el partido que falta y alguno más" por lo que pidió a los suyos "sobreponerse y pensar en hacer buenos los argumentos que tenemos para sacar los resultados que necesitamos".