La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) está investigando al ex presidente del Granada CF, Quique Pina por los presuntos delitos de evasión fiscal y blanqueo de capitales, en los que estaría bajo sospecha la red tejida por Gino Pozzo entre Udinese, Watford y hasta hace unas semana, el propio Granada. Además, no fue el único revés del murciano con la justicia en la jornada de ayer. Un juzgado de Cádiz anuló la subasta por las que el grupo Locos por el Balón compró las acciones del club gaditano, devolviendo estas a un empresario italiano, y dejando en el aire la posible entrada de Pina en la gestión deportiva del club amarillo.

El asunto que más podría afectar al Granada CF es el de la investigación de la UDEF. Aunque en el entorno de la entidad se entiende que es una investigación ajena al club y que compete a dos figuras que ya no forman parte de la misma (Pozzo y Pina). La noticia desvelada ayer por el digital Ok Diario fue un nuevo sobresalto para los nuevos rectores del club.

Según la información publicada ayer, que aludía directamente a la investigación de la UDEF, Granada, Watford y Udinese formaban un conglomerado mercantil estructurado para evadir impuestos en sus países: España, Reino Unido e Italia. La cantidad defraudada en estos cinco años ascendería a la friolera de 200 millones de euros.

La investigación de la UDEF explica la forma de operar de este triángulo tejido por los abogados de Gino Pozzo. Cuando el Granada vendía a un jugador, los ingresos, en la mayor parte de las ocasiones el 90% del montante de la operación, recaían sobre Fifteen SA, una empresa radicada en Luxemburgo con la que se firmaba un contrato previamente. Como caso, el informe de la unidad policial pone como ejemplo el traspaso de Brahimi, muy polémico en su día por el poco rendimiento económico que sacó el Granada. El club rojiblanco traspasó al argelino por 6,5 millones de euros de los que sólo recibió 650.000, es decir, el 10 por ciento, ya que el resto pasaba a formar parte de Fifteen SA, el fondo de inversión de Pozzo. Según la Policía, esta práctica, llevada a cabo en todos los fichajes del Granada, supone un fraude a la Hacienda española, además de un expolio a las arcas del Granada CF, que en este caso incluso sería parte perjudicada. 

También incurriría en ese delito otra práctica que, supuestamente, hacía Pina, que era la de pagar a jugadores en efectivo. La denuncia alude a que la recaudación del Granada-Real Madrid de la temporada 2014-15 (500.000 euros) habría servido para abonar una deuda con el ex jugador Hassan Yebda, como publicó ayer OK Diario.

Además, la UDEF investiga a Pina por su labor de agente y ejecutivo de la familia Pozzo en España, mediante la cual presuntamente habría recibido comisiones a través de sociedades administradas por terceras personas. Estas no tendrían actividad y mediante ellas el murciano cobraba por intermediar en fichajes. La sospecha de la Policía procede de que Pina no percibía dinero procedente de España, lo que chocaba con su lujoso patrimonio. 

Una de esas empresas sería Calambur Intermediación, dirigida por Elena Pina, hermana del ex presidente del Granada, y mediante la cual accedió a la gestión deportiva del Cádiz CF en dos ocasiones. De la capital gaditana llegó el segundo palo para Quique Pina ayer. El juzgado de primera instancia número 1 de la ciudad devolvió el 49,5 de las acciones del club amarillo al grupo italiano Sinergy, lo que significa que la sociedad Locos por el Balón, la que colocó como presidente a Manuel Vizcaíno en Cádiz, deja de tener el control de la entidad. Esto hace que el desembarco de Pina y Cordero en la Tacita de Plata se demore o incluso ni siquiera llegue a producirse.

Un mal día para Quique Pina y que sobresaltó al Granada. Aunque sólo eso. El problema sería mucho más grave si el club rojiblanco hubiera seguido en manos de Pozzo y Pina.