No le falta razón a quien afirma que los problemas defensivos de un equipo no son culpa solo de los zagueros, sino de todo el bloque. Lo ha repetido Anquela en los últimos días y es cierto. Tanto como que el Granada perdió ante el Levante por culpa, en gran medida, de los garrafales fallos individuales cometidos por tres de los cuatro defensas que había sobre el campo. Llegaban los centrales al encuentro discutidos por su irregular rendimiento esta campaña y, aunque les pese, acumularon méritos para alimentar el debate. A saber, Borja Gómez llega más tarde que el delantero e Íñigo se trastabilla y pierde un balón fácil ante Martins en el 1-0; Siqueira no tapa bien por delante en un saque de banda y Martins le hace 'la pirula' a Borja Gómez en el 2-0.

Ruleta rusa

El 3-0 es otra historia, pero para entonces el choque ya estaba finiquitado. En ese tanto recibido no hay fallos individuales y sí globales, justificados en que el Granada estaba volcado en el ataque y era consciente de los riesgos que conllevaba tal osadía ante un equipo que lo borda a la contra. Y es que tras una primera parte manteniendo el esquema habitual de juego, Anquela se jugó el todo por el todo con un planteamiento muy ofensivo. Lo hizo cuando el choque marchaba 1-0 y más aún con el 2-0. Se fue al ataque, como el Rayo contra el Barça el día antes, consciente de que podía haber remontada pero también goleada en contra.

A rebato

El técnico linarense no utilizó el término medio, donde dicen que está la virtud, en el Ciudad de Valencia. Pasó del Granada inofensivo del primer tiempo, con centrocampistas sin fútbol, laterales poco incisivos y apenas llegadas al área ni tiros a puerta, a la versión más atacante del equipo, con Brahimi en el doble pivote y tres delanteros en el campo. Los rojiblancos fueron más ofensivos, tuvieron opciones y marcaron, pero no evitaron la clara derrota.

Solo dos cambios

Curioso que en un partido donde el equipo no está bien, hay futbolistas por debajo de su nivel y se intuye que es clave realizar algún revulsivo, Anquela no agote los tres cambios. Floro entró en el descanso e Ighalo nada más empezar la segunda parte, y después nadie más. ¿Convocatoria descompensada, falta de confianza en los suplentes, demasiadas bajas...?

Al pasar la barca...

Estaba Barkero, y Martins, y Diop, y Pedro Ríos, y Navarro, y... Es curioso cómo el Levante, sin grandes estrellas ni jugadores por los que se pagan millones de euros, sigue siendo el equipo revelación de la Liga, y casi de la Europa Legue. Quizás sea cuestión de identidad, esa que le sigue faltando al Granada CF. Está claro que es injusto, pero las voces en contra de Anquela ya empiezan a aparecer. Llega el partido ante el Athlétic, ¿pronto para hablar de finales?