Su particular estilo a la hora de vestir quitó protagonismo a la propia Duquesa de Cambrigde en el día de su boda. Una cita en la que la princesa Beatriz entró de cabeza (y nunca mejor dicho) en el ranking de las mujeres peor vestidas. Un look estrafalario, sobre todo en lo referente a su tocado en forma de óvalo, que la han hecho recapacitar. La primogénita del príncipe Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson ha contratado una nueva estilista por la friolera cantidad de 1.674 euros al día. Y lo cierto es que los resultados ya empiezan a notarse.

La princesa, que luce una figura bastante más fina y delgada tras perder unos cuantos kilos, viste de una forma más elegante, chic y sofisticada. Un aire mucho más refinado que dejó patente en su última aparición pública. Ésta, junto a su novio David Clarke, disfrutó ayer de un partido de tenis en Wimbledon. La mejor oportunidad para demostrar que gastarse una auténtica pasta al día merece la pena, aunque suscite críticas.