El año pasado por estas fechas rondaba una psicosis colectiva, la gripe A, que alcanzó en noviembre un pico importante de casos y que mantenía a la población en vilo ante un posible contagio. Ahora, un año después, casi no se echa cuentas a la gripe pese a que sigue existiendo. Ha pasado a ocupar el puesto que tenía antes del histórico 2009 y la tranquilidad social es predominante.

Según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la gripe, todavía el número de casos de gripe estacional y pandémica es bajo tanto en Europa como en España, Andalucía y Granada. De hecho, la previsión es que el pico epidemiológico vuelva a producirse este año entre finales de diciembre y principios de enero, previsión que el año pasado se rompió con la gripe A, que tuvo un fuerte pico en primavera y después otro en noviembre.

En la semana 47 (del 21 al 27 de noviembre), la última de la que hay datos, en España la tasa es de 20,31 casos por cada 100.000 habitantes y en Andalucía de 6,79, muy por debajo del umbral basal establecido para la actual campaña. En cuanto al número de aislamientos (casos positivos del virus confirmado por los laboratorios acreditados), en España se han producido ya 35, de los que la mitad son gripe producida por el virus B y la otra mitad por el A. Dentro de los positivos de virus A, también el 50% son aislamientos del H1N1 (gripe pandémica, la del año pasado), y el resto del H3N2 (que circula todos los años), según los datos facilitados por el epidemiólogo de la Delegación de Salud de Granada Juan Laguna. En Granada todavía no hay muestras positivas al virus, que se analizan en el laboratorio de Microbiología del Hospital Virgen de las Nieves, de referencia para Andalucía en los diagnósticos de gripe y que el año pasado también se encargó de los estudios de las muestras de gripe A.

Aunque "las previsiones pasan por que este invierno la campaña de gripe sea tranquila según se ha podido observar en los países del Hemisferio Sur, que ya han pasado su invierno y ha sido tranquilo", los expertos siguen a la expectativa porque un invierno después de una pandemia es, sobre todo, de observación de lo que pasa. "En el Hemisferio Sur han circulado esas tres variantes, el B, el AH1N1 y el AH3N2, que son los que se han incluido para la vacuna de este año. Con todo, no hay forma de saber cuál predominará aquí este invierno, aunque con seguridad será alguna variante del tipo A porque el B es menos habitual. Además, aunque en el Hemisferio Sur la campaña ha vuelto a ser normal o incluso más floja que el año anterior a la pandemia, hay que ver, por ejemplo, si seguirán siendo los jóvenes los más afectados como el año pasado con la gripe A", asegura el epidemiólogo.

Laguna recuerda la histeria que se desató el año pasado con la gripe A y confiesa que los sistemas de vigilancia continuaron alerta una ver terminada la campaña de invierno ya que no se sabía si en primavera podía volver más fuerte o "una segunda onda epidémica volvería a aumentar los casos porque en otras pandemias históricas ha pasado así, pero afortunadamente no pasó", explica Laguna, quien sentencia que "hay pocos motivos para esperar que se pueda agravar" esta campaña.

El virus pandémico (AH1N1) la particularidad que tuvo fue que dejó un exceso de casos en jóvenes, embarazadas y personas con obesidad mórbida, por lo que este último grupo se ha incluido este año en la población a la que se destina la vacuna estacional.

La vacuna, que tiene entre un 79 y un 90% de eficacia, "protege de las complicaciones ya que si una persona se vacuna y luego pasa la gripe lo hace con menor virulencia que si no estuviera vacunada".

Laguna recuerda que como epidemiólogo de la Delegación vivió "con mucha intensidad" el año pasado "al tener los antecedentes de la gripe aviar, que afortunadamente no se ha extendido, y las anteriores pandemias. Además, empezó amenazante con numerosos casos en poco tiempo", dice.