Los nuevos criterios de admisión que ha establecido la Consejería de Educación en las escuelas oficiales de idiomas andaluzas son "más sensatos", en opinión del director de la EOI de Granada, Juan Manuel Tirado. Antes se priorizaba el acceso a los estudiantes de Secundaria para que perfeccionaran un idioma o aprendieran una segunda lengua y hoy en día los desempleados formados son los que tienen preferencia.

"El perfil del alumnado va a cambiar totalmente", apunta Tirado, aunque en estas aulas siempre ha habido una mayoría de adultos. "Primar a los estudiantes de Secundaria fue una decisión política que no tenía mucho fundamento, sobre todo ahora con los índices tan elevados de paro que hay". El responsable de la escuela granadina reconoce que los alumnos que vienen de Secundaria son los más brillantes, pues tienen gran interés por el estudio, pero "el colectivo de desempleados está más necesitado de esta formación".

Lo que todavía no saben en las direcciones de estas escuelas es cómo van a afectar los recortes la oferta de plazas del próximo curso. En principio, la directriz del Gobierno central de aumentar la carga horaria de los docentes para reducir personal afecta a todos los centros educativos públicos, entre ellos las Escuelas Oficiales de Idiomas, pero aquí se presenta un problema añadido. "Por ley, los grupos en las EOI andaluzas deben recibir 4,5 horas de clase a la semana -explica Tirado-, lo que significa que cada docente tiene cuatro grupos y con una jornada lectiva semanal de 18 horas".

En Madrid se ha aumentado el número de horas de docencia de cada profesor a cambio de reducir el de las horas semanales de cada grupo, lo que ha permitido que cada docente asuma un grupo más, de cuatro a cinco. "Pero ellos no tienen blindado por ley las 4,5 horas semanales para cada grupo como los andaluces", aclara el director de la EOI de Granada.

Con 30 docentes en esta escuela es imposible iniciar el próximo curso un nuevo nivel de idiomas, así que seguirán con el C1 que ha comenzado como experiencia piloto este año.

Y respecto al traslado a la sede definitiva, en el colegio Arrayanes, Tirado sigue siendo optimista pues la semana pasada pudo ver por fin el proyecto de ampliación y reforma del centro que permitirá en el futuro su mudanza.