Granada

Los artistas callejeros denuncian la demora de los permisos municipales

  • Aseguran que, pese a que formalizaron la solicitud de las licencias en el Ayuntamiento hace más de 15 días, la Policía Local les impide actuar en la calle

Han pasado doce días desde que el mimo José María Ortiz solicitó la licencia que exige la Ordenanza de la Convivencia para actuar en la calle y sigue obteniendo la misma respuesta que encontró en el registro en aquella ocasión: "No se sabe nada" . Aunque el Defensor del Ciudadano le aseguró que podría trabajar sin problemas con este documento previo y el Ayuntamiento lo confirmó de manera reciente, insiste en que la realidad en la calle es distinta.

Dice no atreverse a representar su espectáculo ante casos de otros artistas callejeros a los que dice que la Policía Local está imposibilitando su trabajo a pesar de haber iniciado los trámites para estar dentro de la legalidad.

El Consistorio ha insistido desde la puesta en marcha de la ordenanza en que la primera fase se centra en la información sin llegar a imponer sanciones, pero Ortiz indica que los agentes actúan de manera "arbitraria", alegando otros motivos distintos a la ordenanza para evitar el trabajo en la calle o restando valor a la solicitud: "Dicen que es como jugar a la lotería sin que se haya realizado aún el sorteo".

Por ello, él desconfía a la hora de convertirse en el personaje al que da vida - el espantapájaros - así como de una posible ambigüedad en la redacción del futuro permiso que dé potestad a la Policía para impedirlo.

Ortiz indica que lleva desde la pasada navidad sin poder trabajar, ya que antes de que llegara la nueva situación con la Ordenanza de la Convivencia, el área de Medio Ambiente ya desautorizó su espectáculo de mimo por el acompañamiento musical que utiliza. De manera periódica, se desplaza a otras provincias andaluzas para poder trabajar, aunque piensa volver a hacerlo en Granada si no recibe noticias de su licencia dentro de 15 días.

Para Ortiz, la ausencia de permisos al ponerse en marcha la ordenanza y la dilación de su concesión responde a "una estrategia intencionada" para hacer desistir de ganarse la vida en la calle al mayor número de personas posibles. No comprende esta situación y pone como ejemplo los permisos obtenidos en otros municipios españoles, donde apunta que se los concedieron de manera automática.

Desde la perspectiva que le da la vida en la calle, José María Ortiz indica que además la Policía está presionando a los sin techo para dispersarlos por diferentes puntos de la ciudad porque consideran que "no son buenos para la imagen del centro de Granada". En este sentido recuerda que el Ayuntamiento convierte en incumplida la promesa de acompañar con medidas sociales la puesta en marcha de la ordenanza.

Aunque parece haber abandonado la idea, el mimo ya dejó abierta a este periódico la posibilidad de abandonar la ciudad, antes que sentirse "como un perseguido".

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