El actual modelo de representación parlamentaria tiene sus más hondas y olvidadas raíces en la elección de una abadesa en el siglo XIII. Ramón Llull diseñó un modelo de elección para elegir la mejor opción, o al menos la menos desfavorable. ¿Cómo encajar la opinión individual de cada uno de los electores en un resultado colectivo que satisfaga a la mayoría? La respuesta está en las Matemáticas. Así lo expuso ayer el profesor de Didáctica de las Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada Antonio Moreno Verdejo en una charla con motivo del Día Escolar de las Matemáticas. El objetivo de la efeméride, instaurada en el año 2000 por la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas, es destacar a esta asignatura como un "modelo, un lenguaje y un modo de pensar común" a otras materias. En una ponencia mucho menos formal que esta definición -y más didáctica- Moreno Verdejo planteó la naturaleza de las Matemáticas electorales, o cómo los números ayudan a tomar decisiones.

"¿Dónde vamos a cenar?", fue el reto que planteó Moreno Verdejo al auditorio. El grupo debe ser capaz de tomar una decisión colectiva, algo que ya hacen los animales de forma instintiva. Así, el profesor enumeró los sistemas que algunas especies son capaces de aplicar. Unos, como los elefantes, recurren al consentimiento del grupo. "Gritan hasta que se ponen de acuerdo" sobre dónde hay que ir. Otros son capaces de votar, como los búfalos y los monos capuchinos. "Unos se ponen en una posición, otros de otra. Emprenden el camino que la mayoría ha señalado". Los hay que recurren al líder, como los gorilas de montaña, y también existen animales capaces de hacer uso de la información para convencer a los demás, como es el caso de los delfines. Los monos araña recurren a la separación en pequeños grupos para hacerse con un recurso -el alimento- que es limitado... Ante esta variedad de soluciones que se dan en la naturaleza para conseguir un objetivo Moreno Verdejo lanzó la pregunta "¿qué nos diferencia?". "Sabemos matemáticas".

Los números allanan el camino para conseguir tomar decisiones colectivas con una premisa: "Es imposible agradar a todo el mundo". A lo largo de la historia, el razonamiento ha sido capaz de perfilar sistemas de elección cada vez más precisos, que han sido capaz de esquivar cuestiones tan peliagudas como qué ocurre si en una elección hay un empate o si nadie consigue una mayoría amplia. "Al final las Matemáticas nos ayudan a buscar" soluciones, aunque "el modelo de democracia no tenemos que buscar nosotros", como sociedad, explicó el docente.

En el auditorio, ayer, muchos futuros docentes de esta asignatura. "Hay mucha voluntad por ser buenos profesores de Matemáticas", explicó el responsable de la charla, que se mostró convencido de que "otra forma de enseñar Matemáticas es posible", aunque "es muy difícil cambiarlas dinámicas". En cualquier caso, proponer un nuevo modelo de clase implica que "al profesor hay que darle tiempo".

Las estadísticas no son precisamente positivas cuando se habla de esta asignatura en los colegios de la provincia. En Granada, en el primer ciclo de Primaria, supera esta materia el 90% de los alumnos. En el segundo el porcentaje es del 89%. En el tercer ciclo de Primaria -quinto y sexto curso- ese dato es del 87%, según los indicadores estadísticos de la Consejería de Educación. En Lengua y Literatura estos porcentajes son superiores (91% en el primer y segundo ciclo y 89% en el tercero), y lo mismo ocurre con Conocimiento del medio (94% en el primer ciclo, 90% en el segundo y 88% en el tercero). En el informe PISA de la OCDE correspondiente al año 2015, Andalucía obtuvo 465 puntos en Matemáticas, 20 menos que la media nacional (485). Sólo Canarias tuvo una puntuación inferior (452).