Si la Navidad de 2015 fue la de la recuperación, la de 2016 será la de la "normalización". Hace ocho años, las comidas y cenas navideñas se vieron sacudidas por la crisis, reduciéndose considerablemente y obligando a los empresarios del sector a adaptar los precios a las nuevas condiciones económicas. Esta Navidad, sin embargo, las nubes de la crisis se han disipado para el sector, que recupera este segmento de mercado con la consolidación de las reservas y un aumento de la contratación.

El secretario general de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, Antonio García, asegura que las sensaciones son muy buenas y confirman que el sector "ha vuelto a la normalidad" en estos periodos de fiesta. Las reservas que registran los establecimientos se sitúan en niveles muy parecidos a los del año pasado, cuando ya se inició una remontada derivada del fin de la crisis psicológica que hasta entonces había retenido el consumo incluso entre quienes no pasaron dificultades económicas. Una buena prueba de que esas buenas sensaciones no son infundadas, indica García, es el aumento de entre un 6 y un 8% de la contratación extraordinaria para hacer frente a la demanda.

Los precios, además, empiezan a normalizarse. No es que se dejen de lado los menús económicos, pero el listón ha comenzado a subir y la variedad de precios es ahora más elevada que durante los peores años de la crisis. "Hay menús para todos los gustos, desde los 28-30 euros hasta los 60. Los establecimientos se adaptan a los presupuestos que tengan los comensales", indica García.

El presidente de la Asociación de Hostelería, Juan Luis Álvarez, confirma que en este 2016 se ha confirmado el "cambio de rumbo" que ya comenzó el año pasado, con más reservas y la regularización de los precios. "A estas alturas la ocupación es bastante buena", apunta Álvarez, que asegura que es difícil hablar de un porcentaje de crecimiento, pero que sin duda "las cosas van mejor". Aunque las tarifas de las comidas y cenas de Navidad se vayan alejando de las marcadas por la crisis, el presidente de la Asociación de Hostelería confirma que se trata de un capítulo que "va más lento". En los últimos años, los consumidores se han acostumbrado a un menú que ronda los 25 euros, así que ahora la subida "es más complicada". En cualquier caso, Álvarez confirma que la gente "está más generosa" y que en las comidas hay "más dispendio" que en épocas anteriores.

Los precios bajos no son la única herencia de la crisis con la que se encuentran ahora los negocios de restauración. El cliente también ha cambiado, y donde antes eran las empresas las que marcaban la pauta, ahora son los grupos de amigos y las familias las que dan de comer -simbólicamente- a los restaurantes en estas fechas navideñas. El secretario general de la Federación de Hostelería apunta que este año también están creciendo las reuniones empresariales, pero asegura que abundan más los encuentros organizados y pagados entre los propios trabajadores. Además, el presidente de la Asociación de Hostelería añade que ahora "lo que mejor va son las reuniones de amigos y familiares", que suben más que las de las empresas.

Carlos Navarro, consejero delegado de Grupo Bib-Rambla, confirma que este año las previsiones son muy buenas, en la línea de las del año pasado, cuando se produjo un "cambio importante" respecto a los peores años de la crisis. "Se está manteniendo el volumen de cenas y comidas, y está subiendo algo el precio medio", afirma Navarro. Aunque los primeros eventos navideños comenzaron durante la última semana de noviembre, por aquello del apretado calendario festivo, la mayoría de las reuniones se concentran entre el 12 y el 23 de diciembre, las fechas en las que hay más volumen de reservas. De hecho, el día 'estrella' de esta Navidad, según Carlos Navarro, será el viernes 16, el más demandado por los granadinos que quieren celebrar con familiares y amigos las fiestas.

En esta primera quincena navideña, las reservas corresponden sobre todo a "amigos y empresas", mientras que las familias efectúan sus reservas para después del día de Navidad. En lo que coinciden todos, más allá de las fechas, es en sus preferencias. "Los clientes van buscando sobre todo poder estar en un lugar relativamente recogido e íntimo, donde tengan un buen servicio y coman bien a un precio razonable", explica el consejero delegado del Grupo Bib-Rambla.

José García, el responsable del restaurante Antonio Pérez, un clásico de los encuentros navideños, apunta que en estas fiestas se nota más que nunca una actitud diferente por parte de los clientes. "Es Navidad, una época para dejar las penas", asegura García, que confirma que las reservas de este año van "igual de bien" que en 2015. Eso sí, asegura que ahora los clientes se han acostumbrado a los precios medios, lo que ha desterrado los menús más caros. "Se han dado cuenta de que con un precio medio se puede comer igual de bien", indica el empresario.

El restaurante El Cordobés, especializado en pescado y marisco, también tiene por delante una Navidad muy ajetreada, con prácticamente "todos los fines de semana cubiertos". Aunque la mayoría de sus clientes son viejos conocidos que frecuentan el restaurante, su propietario, José Antonio Peregrina, apunta que esta Navidad sí que se nota "más alegría".