Granada

Las inundaciones en el Poniente dañan gravemente la campaña del espárrago

  • Los agricultores temen pérdidas millonarias por el desastre de las riadas que han anegado las fincas

  • Culpan a la Confederación Hidrográfica por falta de previsión en los desembalses

Las cosechas de espárrago, totalmente anegadas tras el desbordamiento del Genil.

Las cosechas de espárrago, totalmente anegadas tras el desbordamiento del Genil.

Con una albufera de Valencia o con la acanalada Venecia. Las inundaciones sufridas ayer en los pueblos de Huétor Tájar y Villanueva de Mesía dieron lugar a tirar de imaginación para hacer comparaciones del desastre natural del desbordamiento del Río Genil que aisló a estos dos municipios del Poniente durante el día de ayer y que se ha llevado por delante gran parte de la cosecha de espárrago. Un duro golpe para la economía local, ya que el espárrago es el producto que da de comer a buena parte de la población en esta comarca. Si las expectativas de las cooperativas eran muy positivas solamente hace unas semanas por la acumulación hídrica de las lluvias de final de febrero y principio de marzo, el panorama ha cambiado en un día. Los agricultores ya temen que la de este año sea una campaña nefasta similar a la de un lustro y coinciden en que la falta de previsión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a la hora de desembalsar el pantano de Cubillas (que se encuentra al tope de su capacidad y ayer desaguó 2,888 hectómetros cúbicos) ha sido la causa principal de que se hayan anegado sus fincas y haya desbaratado parte de sus cultivos.

El alcalde de Huétor Tájar, Fernando Delgado (PSOE), criticó la descoordinación de la CHG al no haber desembalsado el Cubillas poco a poco ante la previsión de que iban a continuar las lluvias e iba a seguir creciendo el cauce del Río Genil. "No entiendo porque no lo hacen poco a poco, uno o dos días antes sabiendo las previsiones del tiempo", afirmó Delgado, quien confirmó que hoy se intentará reunir con la Comunidad de Regantes para analizar los anegamientos y evaluar los daños materiales que se han producido en las parcelas.

Un productor de espárrago y otros cultivos consultado por este periódico confirmó la dramática situación a la que se enfrenta el sector y recalcó la idea de que el problema seguramente radique en que la Confederación no haya coordinado su estrategia en función de las previsiones. "Tenían que haber mantenido el caudal", señala este agricultor que también apuntó que el problema vendrá ahora cuando en 20 o 25 días se haya achicado el agua y las cosechas estén infectadas por el arrastre de pesticidas y otros productos químicos. "Las previsiones iban a ser bastantes más superiores este año, pero este desbordamiento va a hacer mucho daño al espárrago, la alcachofa y el trigo como ya pasó hace cinco años", indica este recolector del Poniente quien cree que gran parte de las fincas perderán más de la mitad o incluso toda la producción.

Las asociaciones del campo y otros colectivos tienen previsto reunirse en los próximos días para exigir respuestas al causante de los daños y pedir ayudas a las autoridades competentes ante lo que puede ser un año horrible para el campo granadino. Este periódico intentó ponerse en contacto con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para contrastar la versión de los hechos, sin hallar respuesta.

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