"Una copa es mucho. La única tasa segura es el 0,0%". Así abre la última nota informativa de la Subdelegación del Gobierno en Granada y la Dirección General de Tráfico (DGT) con la que, además de dar a conocer nuevos datos de campañas pasadas, se recuerda que acaba de finalizar una que se realizó entre los días 11 y 15 de agosto en la provincia.

Los controles de la tasa de alcoholemia y presencia de drogas en conductores son un eficaz método para evitar accidentes en carretera por los efectos que estas sustancias pueden tener en la conducción. Según los datos facilitados por la DGT, la campaña llevada a cabo durante el pasado mes de junio arrojó el mejor dato relativo a los controles de alcoholemia y detección de drogas desde 2010: de 3.398 pruebas realizadas a conductores, solo 34 dieron positivo, lo que supone un 1% de todos los test.

El dato es el mejor de toda la serie histórica 2010-2017, en la que se realizaron 14 campañas especiales de control de alcoholemia, bajando así del 2,21% de positivos que se dieron en diciembre de 2016, la última realizada antes de la del mes de junio de este año. Además, atrás queda el 3,28% de positivos que se registraron en diciembre de 2011, cuando de 3.106 pruebas realizadas, 102 dieron positivo.

En general se ve una bajada respecto al año 2011 y 2012, los peores en cuanto a número de positivos registrados en relación a las pruebas realizadas.

La DGT recuerda que "según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial, alrededor del 25% de todas las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol". Por ello, la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 establece "como uno de sus indicadores el siguiente objetivo: bajar del 1% los positivos de alcoholemia en los controles preventivos aleatorios", algo que se podría lograr muy pronto en Granada si los datos sigue mejorando en próximas campañas.

Los efectos que tiene el alcohol, de forma general, en la conducción, son los siguientes: con 0,3 a 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre, se da excitabilidad emocional, baja la agudeza mental y la capacidad de juicio, multiplicando por dos el riesgo de sufrir un accidente. De 0,5 a 0,8 gramos por litro, la reacción es mas lenta, se alteran los reflejos y se da una falsa sensación de bienestar. Con una cantidad superior a esta, el riesgo de sufrir un accidente se multiplica por nueve.