El Ayuntamiento ha decidido dejar a un lado la revisión de la normativa que regula la protección del casco histórico para avanzar en la actualización del PGOU y el PEPRI Albaicín. Es la única fórmula posible para revisar ambos documentos que están completamente obsoletos. El PGOU ha cumplido ya 16 años mientras que el PEPRI Albaicín alcanza ya la treintena. El del Centro es de 2002. Pero el Ayuntamiento no tiene disponibilidad presupuestaria ni de personal para actualizar los tres documentos de forma simultánea. Así lo explicó ayer el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, en el marco de una comisión extraordinaria de Urbanismo. Según detalló el edil, los funcionarios están desbordados. Faltan perfiles técnicos para avanzar en la actualización de ambos documentos ante los problemas que presenta cualquier intervención en la ciudad dada la antigüedad de la norma. Por el momento, el que está más avanzado es el PEPRI Albaicín. En la comisión se hizo un repaso de todo el trabajo realizado desde mayo momento en que se activó un grupo de trabajo. La principal novedad es que la protección se extiende hasta el barrio del Sacromonte. Esto ya se intentó en las dos anteriores revisiones del plan durante el mandato popular que cayeron en saco roto. No obstante, el trabajo actual parte de estos intentos anteriores que han sido revisados por los técnicos para ver qué material se puede aprovechar. Así, el grupo de trabajo coordinado con la Consejería de Cultura, ha iniciado la actualización de la información, apoyado con una nueva base cartográfica, con el objetivo de definir con previsión los volúmenes existentes, los usos actuales, el estado de las edificaciones o la revisión de las áreas de intervención. Además, se incluye en el estudio la adaptación a la movilidad tanto de los planes especiales de 2008 y 2012 como del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de 2013. Además, se está adaptando a las sugerencias de la Consejería de Cultura respecto a arqueología junto a la incorporación de una nueva zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC): el Valle del río Darro.

Los trabajos cartográficos se están acometiendo con una escala 1:1.500 que, aunque supone un mayor esfuerzo, es la más adecuada para el patrimonio. La intención de la concejalía es presentar en diciembre 15 planos con información actualizada de parcelas y manzanas.

El tema del PGOU es más complicado. El PSOE se comprometió ayer a establecer un cronograma y llevar a cabo una consulta previa a los ciudadanos que se anunciará en el Ayuntamiento. También se celebrarán sesiones monográficas para conocer el diagnóstico que realicen los técnicos.