Granada

La segunda parte del crimen de la niña de Huétor Santillán, a un paso del archivo

  • El asesino de una menor en 1985 que resultó herido tras un encuentro con el padre de la niña dijo ante el juez que "fue un accidente"

El herido, que asesinó a una menor en 1985, ayer tras salir de los Juzgados.

El herido, que asesinó a una menor en 1985, ayer tras salir de los Juzgados. / miguel ángel moliana/efe

"No hubo agresión. Los cortes fueron al intentar coger el cuchillo, de manera accidental". Esta fue la versión que dio ante el juez el hombre que resultó herido el pasado 12 de abril en la calle Pedro Antonio de Alarcón, tras encontrarse con Juan José Fernández, el padre de la niña de 4 años a la que asesinó en 1985. La defensa del progenitor, quien ahora tiene 71 años, mantiene que no se trató de una venganza, sino que fue un encuentro "casual", en el que el ahora herido trató de robar al septuagenario y que fue una vez detenido por la Policía Local cuando se enteró de quién era quien había intentado atracarle.

En mayo de 1985, Anabel Fernández, una niña de 4 años de Huétor Santillán, fue hallada sin vida en el interior del pozo de una finca deshabitada ubicada cerca de su domicilio. La menor fue encontrada semidesnuda, con signos de intento de violación, así como síntomas de asfixia dos días después de su desaparición.

Ese mismo día, los agentes que se hicieron cargo de la investigación dieron con su asesino: Enrique Sánchez, un joven que por entonces tenía 22 años, que era primo de la madre de Anabel. Ante ello, Sánchez fue condenado a 40 años de cárcel, de los que solo cumplió algo más de la mitad, ya que su buena conducta en prisión le permitió rebajar la pena que le había sido impuesta.

Hace trece días, el padre de la menor se cruzó con el asesino de su hija en la calle Pedro Antonio de Alarcón y el encuentro acabó con ambos enzarzados, y con el hombre que en 1985 acabó con la vida de Anabel herido por arma blanca.

En un principio, todo parecía una venganza por lo ocurrido hace 33 años, sin embargo, Juan José Fernández alegó que el ahora herido trató de robarle y que lo único que hizo fue defenderse. Según su abogado, Francisco Mellado, el asesino de su hija "lo abordó en la calle e intentó robarle", siendo precisamente el supuesto atracador quien sacó la navaja con la que se produjeron los cortes.

Tras el encuentro, que el letrado catalogó como "casual", Fernández fue detenido y al enterarse de la identidad de quien habría sido su atracador, sufrió un ataque cardíaco por el que tuvo que ser trasladado al hospital.

El herido, que ahora tiene 54 años, declaró ante los agentes de la Policía Nacional que el septuagenario ya le había atropellado previamente por venganza, si bien no existía parte médico que confirmase esta supuesta agresión. Si bien, ayer durante la vista del juicio cambió su declaración.

A la salida de los Juzgados de Caleta, los cuales el ahora herido abandonó bajo gritos de "asesino" de varios vecinos y familiares del padre de la menor, el abogado del progenitor indicó que el asesino confeso había cambiado su versión de los hechos.

Tal y como explicó el letrado del anciano, el ahora herido "no reclama nada y niega que tuviera lesiones de un primer intento de agresión", además de haber declarado que los cortes se los hizo "porque fue a coger el cuchillo, de manera accidental".

Ante ello, el abogado confió en que la causa "pueda acabar en archivo por las contradicciones", si bien habrá que esperar a la decisión judicial para conocer cuál es el desenlace de este episodio, y si su inicio tuvo lugar o no, aquel mayo de 1985.

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