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El desafío norcoreano amenaza con una carrera de armamentos en la región

  • Crecen las voces en Seúl y Tokio que abogan por un rearme de ambos países para hacer frente al vecino · La superioridad militar del régimen de Pyongyang es evidente en casi todos los terrenos

El régimen comunista de Corea del Norte vuelve a jugar con fuego. Además de su prueba de misiles, el test nuclear ha avivado los miedos de que el polvorín de Corea pueda estallar un día. En su demanda de seguridad, Corea del Norte apuesta por completo en su potencial de disuasión. Y el riesgo, apuntan los observadores, es que su comportamiento pueda desencadenar una carrera armamentística en la región. En la vecina Japón, la prueba nuclear ha abierto de nuevo el debate sobre si el país debería armarse mejor ante un posible ataque de los comunistas.

Pese a las carencias crónicas de suministro y las escasas divisas, Corea ha seguido en los últimos años aumentando su capacidad armamentística. Realizar estimaciones de la verdadera fuerza de Corea del Norte resulta no obstante difícil. Los servicios secretos en Estados Unidos, Corea del Sur y Japón estiman que grandes partes de la tecnología armamentística y de las armas están anticuadas, por lo que no se podrían emplear de forma efectiva si estallara finalmente una guerra moderna.

No obstante, naciones vecinas como Japón se sienten amenazadas directamente sobre todo por los misiles. Según fuentes surcoreanas, Corea del Norte dispone no sólo de un gran arsenal de cohetes, sino también de un amplio stock de armas químicas y biológicas. Las cerca de 16.000 piezas de artillería que apuntan a la capital surcoreana de Seúl, donde viven millones de personas, también constituyen un peligro importante.

Desde el punto de vista de los números las tropas norcoreanas, con más de 1,1 millones de efectivos, supera a las surcoreanas. Éstas últimas cuentan con un armamento más moderno, pero sólo suman 680.000 efectivos.

Además, se calcula que Corea del Norte dispone de más de 800 misiles balísticos y 600 misiles Scud, así como unos 200 misiles del tipo Nodong con una alcance de 1.400 kilómetros.

Aparte, Pyongyang habría fabricado un nuevo modelo de misil de medio alcance capaz de llegar a los 3.000 kilómetros e impulsa asimismo el desarrollo de misiles intercontinentales.

De momento no hay un peligro inmediato para la seguridad del presunto arsenal de armas nucleares en Corea del Norte. Según apuntan los observadores, dicho arsenal tiene sobre todo un significado político en el polémico programa nuclear norcoreano. Japón, Corea del Sur y Estados Unidos temen sin embargo que Corea del Norte siga desarrollando la técnica y sea capaz de construir una cabeza nuclear a sus misiles, lo que aumentaría considerablemente la amenaza.

Ante este panorama en los círculos conservadores de Japón prevalece la postura de que el país, pacifista por ley, debe considerar incluso equiparse con armamento nuclear.

También en Corea del Sur la prueba nuclear en Corea del Norte ha conducido a estar haciéndose planteamientos similares. "Corea del Norte afirma que la posesión de armas nucleares es sólo para la autodefensa. Corea del Sur necesita ahora también una disuasión", señala el diario conservador Chosun Ilbo, que no menciona explícitamente armamento nuclear.

Los expertos en Japón consideran absurdo el escenario de que el país pudiera tener algún día armamento nuclear, pues consideran que la sociedad japonesa es demasiado antinuclear. No en vano se trata de la única nación en el mundo que ha sido víctima de un ataque con armas atómicas al final de la Segunda Guerra Mundial.

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