La crónica

Una Cenicienta bella y clásica

  • El Ballet del Teatro di San Carlo de Nápoles ofreció anoche la primera de sus actuaciones en el Festival de Música y Danza: una versión neoclásica del cuento del conocido Perrault

Belleza escénica y depurada técnica clásica, eso fue lo que pudo disfrutar anoche el público que asistió a la Cenicienta que propuso el Teatro di San Carlo de Nápoles. El Generalife acogió este elegante, colorido y complejo ballet en tres actos coreografiado por Giuseppe Picone sobre la partitura de Sergei Prokofiev y el libreto de Nicolai Volkov, una versión nueva de una pieza histórica que llevó aún más magia al mítico escenario. Una pieza histórica que llevó la magia de los cuentos al mítico escenario.

Se trata de una versión muy nueva porque esta Cenicienta (encarnada por una encantadora Maria Eichwald) llega a Granada sólo tres meses después de su puesta de largo, pues fue estrenada el pasado cinco de marzo en el propio Teatro di San Carlo, uno de los más bellos del mundo y el más antiguo de Italia (construido en 1773).

Picone ofrece en este festival otro programa, su 'Velada Roland Peti', con música de Pink Floyd

A partir del cuento legendario de Perrault y de la música del compositor ruso, el ballet italiano demostró anoche que sus años de historia son la mejor garantía para crear una producción bella y en forma, que se enmarca en la tradición de la escuela napolitana. Y el mérito corresponde en buena medida a Picone, director de la compañía desde el verano de 2016 y autor de esta pieza calificada como neoclásica y original por la crítica especializada.

Cenicienta es su primera coreografía para el Ballet del Teatro di San Carlo que firma ya como su director y ha querido mantener el carácter y espíritu de la puesta en escena original como cuento de hadas contado con un vocabulario clásico. "Mi cenicienta es una dulce jovencita que en momento determinado se convierte en una mujer decidida a hacer valer sus propias razones", asegura el director, que en el ensayo dijo sentirse "cautivado" por la belleza del Generalife.

A este aire clásico que emana la obra contribuyen, como quedó se pudo comprobar ayer, la delicada escenografía, firmada por Nicola Rubertelli; la iluminación diseñada por Bruno Ciulli, y sobre todo el vibrante y preciosista vestuario, un magnífico trabajo de Giusi Giustino.

Aunque Picone ofrece en este festival dos programas que demuestran su amplio abanico estilístico, pues mañana regresará con una obra radicalmente distinta, su Velada Roland Peti & Pink Floyd Ballet, con música del célebre grupo británico.

Picone, napolitano de nacimiento, fue en su momento un talento precoz criado en el mismo Teatro di San Carlo, al que ha vuelto ahora tras convertirse en la gran estrella de la danza italiana del cambio de siglo, cosechando éxitos en el English National Ballet, el American Ballet Theatre (donde fue el primer italiano en debutar como solista con Cenicienta, precisamente), el Ballet Nacional de Cuba o el Bolshoi de Moscú.

Magníficamente ejecutado por toda la compañía, durante más de 90 minutos el Ballet del Teatro di San Carlo de Nápoles utilizó el baile para contar la historia de esta joven que empezó el primer acto realizando tareas domésticas y terminó el tercero convertida en princesa y convirtiendo a su vez el Generalife en un cuento de amor a la danza.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios