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El Festival sigue en el modo británico y sinfónico

  • El Palacio de Carlos V acoge esta noche la actuación de la BBC Philharmonic bajo la dirección de Juanjo Mena con obras de los compositores Glinka, Dvorak y Chaikovski

El segundo fin de semana del Festival Internacional de Música y Danza de Granada llega, de nuevo, en modo filarmónico y británico. En esta ocasión, es la prestigiosa BBC Philharmonic la que tomará posiciones esta noche en el Palacio de Carlos V con un programa que incluye obras de Glinka, Dvorak y Chaikovski.

El concierto es también la constatación del talento musical que España exporta al resto del mundo. Como protagonistas de la noche están el violonchelista madrileño Pablo Ferrández, que a sus 24 años puede decir que es el primer español en ganar un premio en el exigente Concurso Chaikovski de Moscú, y demostrará su talento con el contundente Concierto para violonchelo y orquesta en si menor de Dvorak. Consiguió ese reconocimiento hace justo un año, pero también cuenta con un Premio ICMA 2016 (International Classical Music Awards) al Joven Artista del Año, y la crítica lo describe sin tapujos como uno de los mejores violonchelistas del mundo.

Además, la BBC Philharmonic viene dirigida por su titular, el vitoriano Juanjo Mena, que está gozando de un gran momento artístico al frente de una de las orquestas más importantes de Europa, tras haber dirigido a los mejores conjuntos de Europa y Estados Unidos. El programa del concierto, patrocinado por Securitas, se completa con una mirada hacia Rusia, con la obertura de Ruslan y Liudmila de Glinka y la Sinfonía núm. 6 en si menor, op 74 Patética de Chaikovski.

Según recuerda el crítico Pablo J. Vayón en el programa de mano del concierto, desde que en 1731 las primeras compañías italianas llegaran a San Petersburgo, fue la ópera el género que sirvió para abrir el opresivo mundo cultural ruso a la música occidental. El más importante de todos ellos en la primera mitad del siglo fue, con el permiso de Aleksandr Dargomyzhski, Mijail Glinka (1804-1857), considerado habitualmente como el creador de la escuela nacionalista de música rusa.Sus óperas surgen así de una fructífera mezcla entre folclore local, belcantismo de raíz italiana y una muy centroeuropea solidez formal.

La música de Glinka sirvió como modelo a un círculo de compositores que empezó a producir en San Petersburgo mediada la década de 1850, el Grupo de los Cinco, que apostaba por una escritura de claras raíces populares, que partía más de la¡ intuición que de la técnica. Contra esta tendencia reaccionaron algunos otros maestros rusos, como Anton Rubinstein o Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893).

No obstante su brillante cosmopolitismo y su eficaz desenvolvimiento en las técnicas compositivas y formales de la tradición alemana, dominante en la Europa de su tiempo, no faltan en la música de este popular compositor elementos del acervo autóctono de su país de nacimiento.

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