Sus obras tienen la fuerza o la serenidad de esculturas vivas. Ismael Lloréns expone en la galería de arte Ceferino Navarro una muestra de sus figuras en metal, fundamentalmente acero que mezcla a veces con bronce o plata, con una capacidad innata que las hace hablar o moverse sobre pirámides y espirales.
El Hombre Fénix, La Mirada, La sirena y el viento o Madre Naturaleza son algunas de las obras que conforman la última producción del artista alcoyano y que se podrán ver hasta el próximo 21 de febrero en la galería de arte. Escultor y pintor, Llórens llena de alma cada figura y la personifica en una particular inspiración.
Su trabajo lo hace siempre de dentro a fuera, lo que lo diferencia de otros escultores. Es su alma, su crebro y su pensar en cada caso quien hace de combustible impulsor de sus manos, en cada una de las realizaciones.
Miles de personas han visto ya sus obras en catedrales o museos, como es el caso de la Catedral de Granada, en la Iglesia Fuente Roja de Alcoy y en otra serie de museos y colecciones particulares.
Cada obra es única porque el también pintor Ismael Lloréns crea directamente sin moldes, sin saca de puntos, sin vaciados. Cada obra es única y ninguna se le parece y en ella se va depositando el metal, uniéndose en soldadura, conjugando los materiales. El acero, el bronce, la plata o piedras preciosas y semipreciosas.
Arte expresionista al máximo, cabezas que parecen que van a romper a hablar, Cristos llenos de piedad religiosa, guerreros amenazan con sus armas y embelesan con la belleza de sus ropas, con la perfección de los pliegues de sus vestidos.
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