José Ignacio Lapido es el nombre más destacado de la actual edición del Cañaveral de Salobreña, un festival que surgió gracias al empeño de unos cuantos valientes emprendedores de la industria musical granadina hace tres años, durante lo más crudo de la crisis, y que ahora, alcanzada la cuarta edición, comienza a consolidarse con una propuesta que reúne a algunos de los más destacados representantes del reputado rock granadino. Junto a Lapido completan el cartel Napoleón Solo y SonDeNadie, además de los locales Insula Kampa y Leone, y el dj Óscar Lamota. La cita tendrá lugar hoy a partir de las ocho de la tarde en el Polideportivo Julio Martín Pérez, antes Polideportivo Los Trances, de Salobreña, que dispone de zona de acampada y ofrece el acceso gratuito para los menores de 12 años que acudan acompañados de sus padres. La organización se mantiene fiel a su compromiso de servir de escaparate en la Costa a las más interesantes propuestas del pop y del rock cien por cien granadino, como demostración del buen estado de salud de nuestra escena.

Y siguiendo esa filosofía el puesto más destacado del cartel lo ocupa el ilustre José Ignacio Lapido, probablemente el más respetado de los músicos de Granada, que ofrecerá un concierto basado en los temas de su último álbum, Formas de Matar el Tiempo (Pentatonia, 2013), el séptimo desde que finalizara la aventura de 091. Considerado un autor de referencia del rock en español, uno de los más reputados letristas a nivel nacional, Lapido volvió con este disco a poner el listón en lo más alto con su personal alquimia, ese equilibrio entre la perfección acústica y las tormentas eléctricas marca de la casa en las que incide en sus temas de siempre, la desesperanza, los efectos del paso del tiempo o las zonas de encuentro entre la percepción de la realidad onírica y la de la vigilia, y que conforman ese universo inconfundible que describen sus canciones. Acompañando al maestro sus habituales compinches, Paco Solana al bajo, Popi González a la batería, los teclados de Raúl Bernal y la guitarra de Víctor Sánchez. Entre todos forman unos Crazy Horse con acento granadino que destilan el mejor rock de raíces sesenteras y setenteras pero al que insuflan un pulso más que actual, atemporal.

También con nuevo disco bajo el brazo vienen los inclasificables Napoleón Solo. El grupo de Alonso Díaz se encerró en Tablones, el estudio de la Alpujarra granadina y allí dio vida a Máximo Ruiz Ferrer (Ernie Records, 2015), una fantasía-homenaje sobre las pasiones, los descubrimientos, las creencias y otras revelaciones que acontecieron en la vida de Máximo Ruiz Ferrer y en la de los demás seres que habitaron en él hasta su repentina desaparición. Con esta descripción tan imaginativa y conectada con el clasicismo literario describe la banda su nueva propuesta musical, siempre colorista, impredecible y fantasiosa, como sus directos.

La terna de grupos granadinos se completa con SonDeNadie, que tras doce años desde su formación en 2003, se han consolidado como una de las más firmes y seguras apuestas a la hora de poner patas arriba cualquier festival con su inabarcable mezcla de ritmos. Si en sus inicios fueron básicamente el reggae y el ska los estilos que mezclaban con el rock, conforme el grupo fue adquiriendo experiencia fue incorporando nuevo aires a sus planteamientos, desde la música negra norteamericana hasta las esencias flamencas o los ritmos latinos, especialmente caribeños, como el son, la cumbia o la timba. Y todo ellos sin olvidar el pellizco rockero de sus guitarras del Jebi. Junto a sus compañeros Jimmy García a la trompeta, Fito Dongarra al piano y el acordeón, Patricio García al bajo y los hermanos Olmo, Antonio José a la voz y Ezequiel Zeque a la batería y la percusión, pondrán a gastar suela al personal con las divertidas canciones de "Sentao y con Tiempo", su último disco. Cañaveral también ofrece su escenario para que las nuevas bandas de la comarca puedan mostrar sus creaciones en directo. En este caso estarán tocando Leone, desde Molvízar e Insula Kampa de la propia Salobreña.