"...Fue entonces que sacaste de la manga los seis o siete tangos con palabras rugosas y empezaste a cantarlos como nunca... te juzgaron culpable de ser pueblo", contaba Mario Benedetti en sus versos dedicados a Carlos Gardel, Subversión de Carlitos el Mago. El poema, donde el escritor opina sobre la situación del cantante y compositor argentino durante la dictadura en ese país, que prohibió la difusión de una larga lista de tangos, es uno de los integrados de manera inédita en el libro Granada Tango, editado por La Tertulia, y fue uno de los varios interpretados durante el recital de Carlos Andreoli para recordar al escritor y poeta uruguayo, cuya llama sigue viva.

Benedetti era un amigo de La Tertulia granadina. Su primera visita fue en el año 82, en la que recitó varias de sus obras en este café, que apostó entonces, y aún hoy lo sigue haciendo, por la cultura. Ayer se celebró en este conocido nicho cultural un pequeño homenaje al poeta, durante el que se recitaron varias obras del conocido escritor por parte de los jóvenes poetas asiduos a sus noches culturales e integrantes de la nueva generación.

Horacio Rébora, propietario del treintañero café, cuenta que con la primera visita de Benedetti ambos se sorprendieron por la cantidad de asistentes que ansiaban conocerlo. Según recuerda Rébora, "por aquella época Granada era una ciudad que estaba poco acostumbrada a recibir gente notable, después pasaron los años y el ambiente se fue curtiendo, pero la llegada de Mario Benedetti fue muy espectacular", con gran cantidad de gente que se volcó a conocerlo, e incluso hubo que poner un altavoz para que la gente de la calle pudiese escucharlo.

El recital comenzó con una charla en la que Rébora contó un poco la relación que tenía con Benedetti, y después Carlos Andreoli recitó el poema dedicado a Gardel. El programa de La Tertulia, en el que se pueden asistir a distintas actividades como clases de tango, recitales de poesía, conciertos de jazz y canciones de autor, es una manera de transmitir al público y que sepa más o menos puede ocurrir cada día aun que no tenga la programación precisa.