Se dice que "la sangre tira", y este es uno de los casos en los que el refrán no se equivoca ni un ápice. José Enrique Morente, hijo del gran cantaor granadino, demuestra con sus primeros pasos que lo que corre por sus venas es aunténtica herencia flamenca. Esta noche, este otro Morente, actúa en el Teatro Isabel la Católica dentro del ciclo Encuentros Flamencos.

-¿Qué son para usted estos Encuentros Flamencos?

-Para mi son unas fechas muy bonitas en Granada, en las que siempre vienen artistas muy buenos y tenemos la suerte de que haya un festival así, que permita encontrarnos en los mejores teatros y auditorios de Granada.

-¿Qué significa para usted actuar en su tierra?

-Estoy muy contento y tengo mucha ilusión. Doy las gracias porque hayan contado conmigo este año ya que tenía muchas ganas desde hace tiempo.

-Esta noche actúa junto a su hermana Soleá Morente.

-Vamos a hacer un recital flamenco con David Carmona, y vamos a acordarnos de los cantes y las cositas más clásicas. Creo que era una fecha muy bonita para tener a dos perlas como son Soleá Morente y Alba Heredia, dos artistazas. Cantar con mi hermana es muy emocionante, y cada día descubro algo nuevo cuando lo hacemos.

-Viene de actuar con Omega por toda España junto a sus hermanas Soleá y Estrella, ¿se han planteado grabar algo juntos?

-Estos conciertos han sido para acompañar al 20 aniversario del disco y ha sido muy emocionante hacerlo con ellas. El tema de grabar juntos es algo que vamos a respetar más por ahora. Por supuesto más adelante sí llevaremos a cabo algún proyecto los tres hermanos.

-Su carrera va desarrollándose sin prisa pero sin pausa, ¿cuál es su meta más inmediata?

-Creo que cualquier músico se propone muchas metas pero yo creo que debo ir escalón a escalón. Ahora mismo debo aprender y estudiar para ser un buen aficionado al flamenco y sacar mi primer trabajo discográfico. Y ya queda poquito, para febrero o marzo.

-¿Cuál sería su máxima aspiración?

-Quiero intentar plasmar en mi trabajo lo que me gusta que es cantar y ganarme un hueco que perdure y poder comer de ello toda la vida y poder navegar por los mares de la música.

-¿Supone para usted la figura de su padre una especie de reto para su carrera?

-Desde luego, supone una presión y una responsabilidad. Pero también una ayuda y una motivación. Creo que hemos tenido la suerte de tenerlo cerca y de poder mirarme en su espejo. Intentar seguir sus pasos son unos buenos cimientos.

-¿Cómo definirías el flamenco joven que está despertando en Granada?

-Esta ciudad tiene un nivel musical y cultural muy alto y estoy muy orgulloso. No solamente del flamenco, están saliendo músicos de todos los géneros y hay un gran ramillete de artistas que están pegando fuerte. En el caso del flamenco, Granada es una de las ciudades que tiene más afición. Además hay mucha guitarra, mucho baile y mucho cante.

-¿Cuáles son tus referentes a la hora de sentir este arte?

-Ahora mismo intento aprender y tomar de los grandes como Marchena o Caracol. Pero siempre me gusta escuchar de todo que hasta del peor se aprende.