Papá Piernas Largas es un personaje clásico de la literatura norteamericana. También es el nombre adoptado por el líder de una oscura banda de rap de la Costa Este surgida en los noventa. Y de un tiempo a esta parte, el escogido por un incendiario trío de Brooklyn, Nueva York, del que cuentan que destapa el tarro de las esencias bluessy macerado durante lustros en cada una de sus actuaciones. A poco que se lo hubieran propuesto, esta semana de mayo podría haber sido la dedicada al blues en Granada. Comenzó el miércoles con Johnny Winter en El Tren, continuó con el sonido marciano y de serie b de Bob Log III el jueves en Planta Baja y culmina hoy en BoogaClub donde a partir de la medianoche, después de la actuación de Iván Ferreiro, tomará el escenario este nuevo Daddy Long Legs. El trío viene avalado por el prestigioso sello Norton Records, reserva espiritual del rock underground norteamericano, bajo cuyas siglas editaron su álbum de debut, Evil Eye On You y con la fama de haber derretido el escenario a su paso por el Funtastic Dracula Carnival. Liars, Cheats & Scoundrels se tituló la continuación, esta vez en Busted Flat Records, y con él se ganaron la fama de ser uno de los grupos más explosivos del nuevo siglo. Blues primitivo, rock'n'roll rasposo y toneladas de salvajismo y fiereza, como un jabalí malherido, dice su hoja promocional. El que haya estado ante uno de esos animales sabe que no se andan con chiquitas. Para los amantes de clásicos vociferantes como Howlin' Wolf, Captain Beefheart, Little Walter o Dr. Feelgood, la mejor opción es entregarse a la locomotora desbocada que es este trío, básico como un martillo, contundente como un puñetazo de Bud Spencer. Daddy Long Legs saca astillas de su oxidada armónica, Murat hace sangrar a su guitarra con el slide y Josh golpea con las maracas su primaria batería como un psicópata. Avisados quedan.