LITERATURA

Un compendio de complicidades

  • La colección Mirto publica una recopilación de textos de Antonio Sánchez Trigueros, donde rinde homenaje literario a poetas como Antonio Carvajal, Rafael Alberti o Juan Ramón Jiménez

El catedrático y escritor Antonio Sánchez Trigueros.

El catedrático y escritor Antonio Sánchez Trigueros. / MARÍA DE LA CRUZ

Las presentaciones que Antonio Sánchez Trigueros hace de sus colegas escritores nunca han sido convencionales. El catedrático suele saltarse las normas habituales para rendir un homenaje literario al autor inventándose una historia fantástica sobre él. Así ha ocurrido con Antonio Carvajal o con Alfredo Amestoy. "De Carvajal llegué a escribir que había sido doctor en la Universidad del Parque del Laberinto, urdida por mí como un guiño borgiano, y cuando presenté el libro de Amestoy En el cielo no hay Chanel, me atreví a tararear la canción de Marilyn Monroe One silver dollar de la película Río sin retorno", comenta divertido.

La originalidad de estos textos es tanta que sus conocidos lo animaron a publicarlos. Y aquí están recopilados en el libro Epifenodias de la poesía y el teatro de la colección Mirto (editorial Alhulia). "El título es un poco raro pero Epifenodias significa canto y es un neologismo que inventó Antonio Carvajal", explica.

El juego que propone ya comienza en el prólogo. Luego continúa con autores como Pepe Gutiérrez, el poeta Fernando Adam, Rafael Alberti o Juan Ramón Jiménez. "En el caso de Alberti, en una ocasión que vino a Granada, construí un poema donde parecía que Picasso le había escrito a él, como devolviéndole la pelota por el poema que previamente el gaditano había dedicado al pintor". A Juan Ramón lo imagina durante toda una mañana, explicando a un estudiante por qué ha escrito un poema de determinada forma. No falta un homenaje al conocido crítico y teórico ruso Mijaíl Bajtín consistente en reconstruir una situación donde él está con su círculo literario. Incluso inventa la lengua en la que hablan. "Me meto en un territorio nada convencional y fantástico, me lo paso muy bien. Los textos están pensados para provocar la sonrisa y la diversión. Se trata de hacer las cosas de una manera diferente, original".

La presentación del libro tuvo lugar ayer en el Palacio de la Madraza, a cargo de Antonio Chicharro y Mari Angeles Grande. Durante la misma, Antonio Sánchez Trigueros anunció la próxima publicación de otro libro titulado Vaguerías que está escrito por uno de sus personajes literarios, El Hechizado, en homenaje al cuento del mismo nombre de Francisco Ayala. "Aquí juego con aforismos, greguerías y micro relatos". De esta manera, unos personajes se entrelazan con otros. La autora del prólogo igualmente es ficticia. A espaldas de Trigueros y bajo el título Cantos Robados, Elena Soto reúne furtivamente los textos. "La mayoría leídos en público y editados en su momento, que un día sirvieron de presentación bien a eventos poéticos, bien a acontecimientos escénicos celebrados en Granada, en cuya Universidad el autor ha ejercido la docencia y otras responsabilidades durante cinco décadas", escribe textualmente.

Para Antonio Sánchez Trigueros este libro, que hace el número 66 de la colección Mirto, está pensado para un lector ideal, porque hay muchas complicidades y guiños literarios. "Un lector un poquito avezado en literatura disfrutará porque ve muchas referencias. Desde que el libro está en la calle estoy recibiendo e mails de personas a las que les está encantando. En mi entorno profesional ya conocían estos textos desde los años 80, que fue cuando empecé a escribirlos".

Además del apartado poético, el libro dedica una parte a textos teatrales que Sánchez Trigueros escribió cuando dirigía el Festival Internacional de Teatro de Granada, entre 1983 y 1992, ya desaparecido. "En ellos invitaba a la gente a liberarse de prejuicios y a echarse en los brazos de las vanguardias teatrales".

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