EL concejal de Mantenimiento Vicente Aguilera ha fundado una empresa con la pretensión de ganar el concurso, convocado por la Federación de Cofradías, para gestionar los palcos de Semana Santa. La competencia directa que tendrá la empresa de Aguilera para ganar el concurso es la de ¡los hermanos Aguilera! La familia del concejal es la encargada desde tiempos históricos de montar el belén y la cruz de mayo municipales y los palcos de las procesiones, pero por lo que se ve ahora han surgido desavenencias fraternas que han inducido al concejal a abandonar la empresa familiar y montárselo por su cuenta. Como suele ser habitual, la contestación del concejal aludido ha sido defender la legalidad de su negocio. Aparte de que es muy dudoso que el edil haya respetado las exigencias sobre incompatibilidad, es un disparate político que un concejal participe en negocios sin autorización previa. En un país respetuoso con la ética política, Aguilera debería renunciar al concurso y, en caso contrario, abandonar su puesto de concejal

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