Extramuros

José Antonio Montilla

La Constitución sí se toca

ESTE día de la Constitución podemos celebrar que estamos más cerca de superar la anomalía que padece. Consiste ésta en que tras casi treinta años de vigencia no se ha reformado nada más que para introducir una conjunción y un adjetivo. Si miramos a nuestro alrededor, la situación es insólita. Las constituciones de Alemania, Italia, Francia o Portugal se han modificado periódicamente para adaptarse a los cambios de una sociedad política en continua evolución. Sin embargo, la española sufre una suerte de "síndrome de intangibilidad". En los años ochenta se decía que era necesario consolidarla, antes de abordar su reforma. Pero, a estas alturas la ausencia de reforma no la consolida sino que la petrifica. La Constitución no es algo sagrado para adorar sino un instrumento que debe ofrecer respuesta actualizada a las cuestiones básicas de la organización política. Por eso los alemanes aprueban una reforma constitucional cada dos o tres años: cuando se advierte una deficiencia se busca el acuerdo político y se corrige.

No tenemos aún la misma cultura constitucional, pero, al menos, en esta legislatura los dos grandes partidos han empezado a hablar de reforma "limitada" de la Constitución. Primero fue el presidente del Gobierno, cuando en el debate de investidura abogó por reformar el Senado, eliminar la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la corona y constitucionalizar tanto la Unión Europea como la denominación de las Comunidades Autónomas. Ahora, ha sido el líder de la oposición quien propone una reforma para "blindar" las competencias del Estado o dar un tono gerontocrático al Tribunal Constitucional. No valoro la pertinencia de las respectivas propuestas sino la aparición de "voluntad de reforma".

Si durante este día leemos la Constitución podemos comprobar lo obsoletos que han quedado algunos de sus contenidos. Dice que el Senado es la "cámara de representación territorial", pero acaban de aprobarse nuevos Estatutos de Autonomía y el Senado no ha participado en todo el proceso. ¿Qué decir de la discriminación de la mujer para ser reina? Simplemente inaceptable en la España del siglo XXI. Y, finalmente, si leen unos minutos el título VIII, el que se refiere a las Comunidades Autónomas, comprobarán que la mitad de sus artículos explican como se constituyen éstas; algo que ocurrió entre 1979 y 1983. Por el contrario, apenas dice nada sobre las relaciones entre el Estado y las Comunidades Autónomas, lo que realmente importa hoy. Al menos en estos tres ámbitos la reforma es necesaria. Hay que ponerse a hablar para buscar el acuerdo.

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