Todos a una como en Fuenteovejuna

El espíritu del Mundial de esquí debe impregnar el proyecto para optar a la Capitalidad Europea de la Cultura 2031

El refrán “Todos a una como en Fuenteovejuna” nos ha enseñado que cuando todo un pueblo se une para defender sus intereses o para enfrentarse a una injusticia, suele conseguir aquello que se propone. No suele ser muy habitual que Granada emule a Fuenteovejuna, pero las pocas veces que lo ha hecho, ha cosechado grandes resultados. Es cierto que para conseguir esa unidad de acción y esa comunión de voluntades es necesario un proyecto, o un agravio y un liderazgo claro e indiscutido. Como no quiero rememorar agravios, voy a centrarme en proyectos en positivo que han resultado todo un éxito, como consecuencia de la implicación sin reservas de todas y todos los granadinos, sus instituciones y sus agentes sociales.

No hay duda, de que el ejemplo más relevante de esa comunión fue el Campeonato del Mundo de Esquí Alpino de 1995-96. Aquel acontecimiento, que por primera vez se celebraba en España, consiguió poner a la estación invernal más meridional de Europa, en el exigente mapa de los deportes alpinos y lo que es más importante, transformar a Granada en la ciudad que es hoy en día. Sin aquel mundial no tendríamos una Sierra Nevada como la que tenemos, ni su carretera de acceso, ni la Ronda Sur, ni el Nuevo Estadio Los Cármenes, ni el encauzamiento del Genil… ni muchas otras cosas. Aquel proyecto fue posible por la ilusión de toda una ciudad y por el liderazgo de dos figuras irrepetibles, como Jerónimo Páez y Antonio Jara.

Valga todo lo anterior, para reclamar la vuelta de aquel espíritu alrededor del proyecto más ambicioso e ilusionante al que se puede enfrentar Granada en los próximos años: la Capitalidad Europea de la Cultura para 2031, año en el que además nuestra universidad celebrará su V Centenario.

Tenemos el proyecto, tenemos las condiciones y tenemos el liderazgo de tres personas excepcionales en su comisariado, la ex rectora Pilar Aranda; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero y el presidente de la Bolsa de Madrid, David Jiménez-Blanco, ahora solo falta que también tengamos la complicidad de todas y todos los granadinos, para que los indiscutibles méritos de nuestra ciudad, se vean reconocidos con una capitalidad, que sin duda puede y debe ser, un antes y un después para la Granada de la primera mitad del siglo XXI. Así que ya lo saben, para la Capitalidad Cultural Europea, Granada todos a una como Fuenteovejuna.

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