La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Ibáñez y los del 52

Teníamos 6 y 9 años cuando creó ‘Mortadelo y Filemón’ y ‘La familia Trapisonda’ en 1958

Antes que acabe julio tengo que pagar mi deuda con Francisco Ibáñez, fallecido el pasado día 15, el genio de la historieta que, a quienes tienen mi edad, nos ha acompañado, entretenido y divertido durante toda nuestra vida: teníamos 6 años cuando creó Mortadelo y Filemón y La familia Trapisonda (un grupito que es la monda) en 1958 y 9 cuando creó 13 rue del Percebe en 1961.

Mi generación –la del 52– es de Bruguera (y su secesión en la cooperativa Dibujantes Españoles Reunidos), no de la Editorial Valenciana de Roberto Alcázar y Pedrín o El guerrero del antifaz que, por nacer en 1940 y 1944, fueron los héroes de las generaciones del hambre y la posguerra. Nosotros, más vocacionalmente americanos que imperiales, más vaqueros y “combois” que flechas y pelayos, nacidos el año del fin de las cartillas de racionamiento y uno antes de la firma de los pactos con los EEUU, fuimos la generación Bruguera de El Capitán Trueno y El Jabato, creados en 1956 y 1958, el DDT, la sexta época de Pulgarcito y el Tío Vivo, que se publicaron desde 1951, 1952 y 1957. También, signo de los tiempos, de los americanos Superman, Batman, Rip Kirby, El hombre enmascarado o Elpríncipe valiente que nos llegaban a través de la mexicana Novaro y las españolas Boy y Dólar. Sin olvidar las historietas con olor a fresa de Bazooka Joe, el niño con parche de pirata, que venían en los chicles.

La fama mayor de Ibáñez se debe no solo, pero sí sobre todo, a Mortadelo y Filemón. Pero mis favoritos son La familia trapisonda y, sobre todo, 13 rue del Percebe. La familia Trapisonda estaba formada por Pancracio y Leonor, su hijo Felipín, el sobrino empollón, la criada Robustiana y el gamberro perro Atila que tan profundamente odiaba a su amo. Para que la institución matrimonial no fuera puesta en entredicho por las ocurrencias de Ibáñez, los esposos se convirtieron en hermanos (eso sí, con menos funestas consecuencias que Grace Kelly y Donald Sinden en Mogambo).

Era deudora de La familia Cebolleta de otro grande de Bruguera, Manuel Vázquez, que se publicaba desde 1951, al igual que el sobrino empollón podía serlo del Gustavín de Matilde, Perico y Periquín de Eduardo Vázquez que la SER emitía desde 1955. Pero Ibáñez, como todos los genios, dio a su familia su propio sello. ¿Y 13 rue del Percebe? Es tan genial que merece su propia columna.

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